jueves, 8 de enero de 2009

Un año y medio de trabajo en el ullastre "LA REVERENCIA"

Esta es la hasta ahora corta historia de un bonsái de ullastre (Olea europaea var. silvestris) de origen mallorquín.
El trabajo de formación inicial se lo realizó Erasmo García, y cuando lo vi en su finca de Cartagena me llamó muchísimo la atención por las innumerables cualidades que poseía.
Es difícil encontrar en el campo, de donde procede, acebuches de tamaño shohin que tengan este carácter, y por eso lo elevado de los precios que pueden llegar a alcanzar. Sin embargo, cuando se trabajan y lucen todas sus galas, son bonsáis que llaman la atención en cualquier exposición.
Os muestro dos fotografías que tomé al ullastre cuando me fijé en él, en julio de 2007:




Por desgracia, al poco tiempo de tenerlo le di un golpe al ten-jin y se quebró, no se si para bien o para mal, pero decliné volver a pegar el trozo que se rompió, y me limité a limpiar y dar carácter a lo que quedaba.

Os muestro un recorrido por su tronco, para que veáis en primer plano las cualidades de este ejemplar. Empecemos por los restos del ten-jin, tal como se pueden ver actualmente, desde la parte trasera:
A media altura, los restos de una antigua rama con una textura muy buena, y unos bonitos "ojos" encima de él.


Por la parte trasera va ganando textura a base de cepillo, y el límite entre madera muerta y viva está bien saneado.

La magnífica corteza abotonada de este ejemplar denota la edad del mismo, los entendidos dicen que tienen que superar los 100 años para formar este "corcho":


Lo que actualmente se ve del nebari, por la parte trasera, que puede llegar a descubrirse un poco más, conforme vayan pasando los años de cultivo en esta maceta, a la que lo transplanté en cuanto cayó en mis manos:

La parte delantera del nebari, mostrando una pequeña porción de la vena viva, como marcan los cánones. Observad el craquelado de la madera muerta:


Pasados 4 meses, tras eliminar los alambres del primer modelado que le dí. Ya había brotado a media altura del tronco, y opté por dejar ese brote para formar una rama en cascada, a modo de mano que realiza una "reverencia". Si os fijáis en mis dedos, bajo el tiesto, os haréis una idea de las dimensiones del ejemplar:

Hoy he modificado un poco algunas ramas, y creo que de momento el ullastre va encaminado a la imagen que me hice de él. Juzgad por vosotros mismos como va evolucionando. Creo que en uno o dos años más estará para exponerlo, o incluso antes, ya que una vez superado el estrés del transplante del año pasado, el acebuche brotará este año con fuerza, lo que me permitirá cerrar la copa con masas de verde densas (eso espero).

Vista lateral derecha:

Vista trasera:
Vista lateral izquierda:
Y el frente, a día de hoy:

Desde luego, uno de mis árboles preferidos en este tamaño.
Un saludo.
Juan Antonio.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

La reverencia hay que hacersela al dueño.
Gran ullastre y un gran reportaje,como siempre.

juan dijo...

Yo cada día que pasa odio más a este hombre....... :D

La verdad que se entretiene uno mucho leyendote Carthago, sigue asi..


saludos.

Tonecho dijo...

Yo no le odio. No, en absoluto, pero despierta en mí la más sucia y cochina envidia porque tiene material y un profundo saber para mantenerlo y mejorarlo.

Le deseo lo mejor del mundo.

Saludotes muy cordiales.

Carthago dijo...

Gracias a los tres, aún me quedan unos cuantas evoluciones más que mostraros, así que atentos eh?.

Un saludo.

Anónimo dijo...

El trabajo me ha gustado mucho, pero si me permites el comentario, piensate en bajar un poco mas el apice.

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