sábado, 12 de diciembre de 2009

Deshaciendo el tanuki de Thuja orientalis

Hola bonsainautas,
hoy toca mostraros la transformación de un tanuki de Thuja orientalis que ya conocéis por una entrada anterior que podéis revisar aquí:
Como indicaba en dicha entrada, fue un entretenimiento, pero el tanuki no tenía remedio. No eliminé la corteza que estaba en contacto con la madera, y ésta, creciendo año tras año, se iba separando de la misma. Tras 9 años de vivir adaptado a la madera de ciprés, el pequeño plantón había engrosado considerablemente y estaba pletórico de fuerza, así que aprovechando un taller con Gabi Romero que organizó la Asociación el Pinsapo de Jerez, me lo llevé para que me indicara algo sobre como trabajarlo.
Así estaba antes de la reforma. Podéis ver como la madera de ciprés, por la base, estaba muy estropeada. Me gustaba el resultado, pero no tenía futuro creíble.
Realmente no hice mucho en el taller, quité la madera de ciprés, continué desgajando algo las ramas que había partido anteriormente, alambré para adelantar y bajar algunas ramas, y Gabi me podó la parte frontal de una rama del ápice. Así quedó tras el taller:

Como ahora tengo poco que hacer con los árboles que me quedaron, este fin de semana me he dedicado a trabajar un poco el post-tanuki de Thuja. Unas imágenes antes de empezar a trabajarlo desde diferentes ángulos:




Ya os comenté que la Thuja responde muy bien a las podas fuertes, por lo que para alambrarla siempre la despojo de todos los brotes innecesarios. Es cuestión de paciencia, unas tijeras afiladas, un escalpelo para sanear los cortes importantes, pasta de coníferas para acelerar la cicatrización, y orden. Empezando por las ramas inferiores voy eliminando brotes mal situados, los que crecen hacia abajo o hacia arriba, quedándome con dos cuando salen tres o cuatro del mismo punto y recortando las ramas secundarias o terciarias pensando en como las alambraré y que longitud aproximada tendrán. Aquí la rama principal estaba podada:

Un detalle de la misma con los tensores y el alambre que se puso en el taller de Jerez. Podéis ver que buen labio forman las Thujas en poco tiempo, y como quedan los labios de antiguas ramas que crecieron después de haber realizado el primer shari. El ir haciendo el shari por etapas nos permite obtener buenas texturas en la madera muerta:

En estas otras imágenes podéis ver como con ayuda de dos alambres de 3 mm se han separado las subramas que se obtuvieron hace tiempo desgajando una gruesa rama:


Y tras terminar de podar todo el árbol. Ha quedado muy pelado, pero no os preocupéis, que para junio estará de nuevo poblado de hojas. El tronco se ve muy recto, faltan ramas por la parte trasera izquierda, la rama superior frontal del ápice es muy gruesa y se adelanta mucho, etc... muchos defectos pero son los retos que me gustan, intentar sacar algo bonito de un material mas bien pobre:

Damos una vuelta alrededor del árbol para que veáis los defectos, o las virtudes, si sois imaginativos:

Mirando desde la parte trasera se ve un ligero movimiento en S, así que pensé en levantar y girar un poco para dar más carácter al recto tronco, y jugando con el nebari y el shari, imaginar un posible diseño factible:

Visto desde el ápice se puede ver que aún quedan muchas ramas y ramitas para entretenerse alambrando y modelando. Por lo menos hay una buena distribución radial de ramas, lo que asegurará una buena iluminación.

Y bueno, en varias sesiones, sin prisas, para no estropear las ramitas que se dejaron, me puse manos a la obra con los alambre de aluminio. Aquí ya había alambrado y modelado la rama principal. Construí cuatro pisos con la rama desgajada que iba hacia el frente, como podéis ver, distribuyendo las ramitas en abanico:

Con la subrama trasera hice otros dos pisos:

Y para no cansaros mucho, os pongo el resultado final, me tiré un día alambrando todo el árbol, y eso que había dejado poco follaje. Mi idea era ir construyendo distintos niveles de vegetación, bajando ramas para achicar los grandes espacios que había entre las mismas, y conforme iba alambrando, saneaba cortes y hacía nuevas zonas de shari conectando los antiguos de ramas y tronco. Eliminé los tensores anteriores y coloqué otros nuevos para mantener las gruesas ramas en la posición deseada. La rama de la izquierda la adelanté bastante y acorté el jin que se iba demasiado hacia el frente. En esta imagen podéis ver también la inclinación del tronco hacia atrás y hacia la izquierda, y como el tronco no está tan recto ahora:

Unas vistas desde diferentes ángulos:



Y unas imágenes de detalle del trabajo realizado:


El desgajado de la rama trasera:

y de la principal:

y por último, de la rama de contrapeso, obtenida desgajando aún más una trasera:

La zona del ápice:

Realicé un reposicionamiento en otro tiesto más plano, tocando pocas raíces, pero no pude ponerlo de momento en la posición deseada, ya que primero hay que ir modelando las raíces de la parte derecha, con ayuda de alambres fijados al tiesto. Algunas son tan gruesas como las ramas. El transplante a su tiesto y en su posición definitiva tendrá que esperar por lo menos un par de años:

Esta composición fotográfica os dará una idea de como debe quedar en un futuro:

Pues eso ha sido todo. Estoy bastante contento de lo conseguido, y lo principal, lo entretenido que he estado estos dos días gracias a un pequeño plantón que compré hace casi 10 años.
Un saludo.
Juan Antonio.

3 comentarios:

Luis Vila dijo...

Un trabajo fantástico y con muy buen gusto que demuestra que con un material sin grandes pretensiones y buena mano se pueden hacer buenas cosas.
Enhorabuena

Carthago dijo...

Muchas gracias Luis, viniendo de un máquina en coníferas como tú, doblemente agradecido.

Un abrazo.

tonipujol dijo...

Enhorabena ,estoy totalmente con Vila , gran trabajo.

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