sábado, 29 de octubre de 2011

Un poema y una flor

Hola amigos,

hoy una pequeña entrada con una margarita de protagonista.



Cuando le he enseñado la flor a mi mujer, como si de un resorte hace tiempo no activado se tratara, ha empezado a recitar este poema de Rubén Darío (sin fallar ni en una coma):

Margarita

Margarita, está linda la mar,
y el viento
lleva esencia sutil de azahar;

yo siento
en el alma una alondra cantar
tu acento.
Margarita, te voy a contar
un cuento.

Éste era un rey que tenía
un palacio de diamantes,
una tienda hecha del día
y un rebaño de elefantes,
un kiosco de malaquita,
un gran manto de tisú
y una gentil princesita,
tan bonita,
Margarita,
tan bonita como tú.

Una tarde la princesa
vio una estrella aparecer;
la princesa era traviesa
y la quiso ir a coger.

La quería para hacerla
decorar un prendedor,
con un verso y una perla,
una pluma y una flor.

Las princesas primorosas
se parecen mucho a ti:
cortan lirios, cortan rosas,
cortan astros. Son así.

Pues se fue la niña bella,
bajo el cielo y sobre el mar,
a cortar la blanca estrella
que la hacía suspirar.

Y siguió camino arriba,
por la luna y más allá;
mas lo malo es que ella iba
sin permiso del papá.

Cuando estuvo ya de vuelta
de los parques del Señor,
se miraba toda envuelta
en un dulce resplandor.

Y el rey dijo: "¿Qué te has hecho?
Te he buscado y no te hallé;
y ¿qué tienes en el pecho,
que encendido se te ve?"

La princesa no mentía.
Y así, dijo la verdad:
"Fui a cortar la estrella mía
a la azul inmensidad".

Y el rey clama: "¿No te he dicho
que el azul no hay que tocar?
iQué locura! iQué capricho!
El Señor se va a enojar".

Y dice ella: "No hubo intento;
yo me fui no sé por qué;
por las olas y en el viento
fui a la estrella y la corté".

Y el papá dice enojado:
"Un castigo has de tener:
vuelve al cielo y lo robado
vas ahora a devolver".

La princesa se entristece
por su dulce flor de luz,
cuando entonces aparece
sonriendo el Buen Jesús.

Y así dice: "En mis campiñas
esa rosa le ofrecí:
son mis flores de las niñas
que al soñar piensan en mí".

Viste el rey ropas brillantes
y luego hace desfilar
cuatrocientos elefantes
a la orilla de la mar.

La princesita está bella,
pues ya tiene el prendedor
en que lucen, con la estrella,
verso, perla, pluma y flor.

Margarita, está linda la mar
y el viento
lleva esencia sutil de azahar:
tu aliento.

Ya que lejos de mí vas a estar,
guarda, niña, un gentil pensamiento
al que un día te quiso contar
un cuento.

Rubén Darío.

(¿Que ha cambiado en nuestro sistema educativo que ya no aprendemos poesías como esta?. Parece que como si la memoria no sirviera para nada.)
Esta pequeña planta de acento es regalo de mi amigo Juan Toral, y este otoño ha dado sus primeras flores. He tenido que tratarla contra lo que parece tuberculosis, de ahí esas manchas verdosas de cobre en el tronco, pero está pletórica.
Y eso es todo, que no me parece poco con la intervención de ese gran poeta, Rubén.

Pd. Actualizo con mas flores abiertas, da gusto ver como se llena de blanco y amarillo, os la recomiendo en casa.

Un saludo.

Juan Antonio.

lunes, 24 de octubre de 2011

Repaso a la madreselva, eliminando madera podrida

Hola amigos,


perdonad el lapso de tiempo sin publicar, pero a veces hay otras prioridades que atender.


Retomo la actividad dando un repaso a la madreselva que ya conocéis:





La dejé en la anterior entrada floreciendo, y aquí os muestro uno de sus frutos:


Tras el trabajo anterior, una etapa de libre crecimiento para ir engrosando las venas vivas y las ramas que dejé. En mayo de este año lucía esta vegetación:

Y tras una poda y defoliado para ir mejorando la ramificación, quedó así:

En el mes de octubre, tras la floración, otro defoliado y pinzado, y un poco de retoque en la madera muerta:

Cuando uno se pone a tocar la madera, siempre hay algo que mejorar. Así que en principio eliminé restos de antiguas ramas que engrosaban la parte superior del árbol principal, y después me puse a repasar la madera de la base. Me llamó la atención la cantidad de materia orgánica y substrato degradado que había entre las grietas de la base y me puse a tocar. Poco a poco fui eliminando madera que estaba podrida y a separar las dos grandes ramas que antes estaban unidas, y al final casi me quedo sin nebari. La madreselva tiene una madera blanda que pudre con facilidad, y a pesar de los tratamientos con polisulfuro, termina desintegrándose.


Abrí algunos huecos y con ayuda de un trozo de madera separé más hasta que los dos troncos quedaron así:

Unos detalles antes y después del trabajo. Por la parte externa está muy bien, el aire seca e impide el crecimiento de los hongos, pero en el interior, mas difícil de limpiar y tratar, la podredumbre avanza:





Una de las venas vivas desde su nacimiento, muy interesante:

En el hueco he colocado momentáneamente una piedra para aguantar la separación hasta la primavera, que trasplantaré y fijaré mediante otro mecanismo:

Lógicamente, con la nueva posición de los troncos, hay que hacer algunos retoques en las ramas, así que coloqué un poco de alambre. Limpié la vena viva y la madera muerta estoy dejando que se seque del todo antes de tratarla. Tendré que posponer un poco el pulido con cepillos y el tratamiento debido a las lluvias de ayer, pero pronto lo haré:
Y bueno, cualquiera de las nuevas vistas me puede servir, ya veré cuando trasplante.

Un saludo.
Juan Antonio.

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