sábado, 27 de octubre de 2012

Literatis de romero

Hola amigos.
 
Perdonar el retraso en escribir una nueva entrada, pero este mes ha sido un mes de mucho trabajo y de preparación de los dos árboles que me han seleccionado para Alcobendas. En fin, que no he parado.
 
Os quiero mostrar como van evolucionando algunos de mis romeros, un par de tanukis y un yamadori  muy especial que lleva conmigo unos cuantos años y al que casi pierdo por haber retrasado mucho su trasplante, pero que ha sido la causa de un paso más hacia la meta de hacer de él un literati muy llamativo.
 
En primer lugar una actualización del tanuki "Kimurín", en plena floración. Y como planta de acompañamiento un magnífico Sedum telephium que siempre florece en octubre. La maceta de María José González y la mesa, un regalo de Rosendo Martínez.
 

El Sedum telephium está espectacular, también en esta mesita confeccionada con una rama:
 
 
El literati de Romero variedad palaui os lo mostré así tras la limpieza de hojas y pinzado. Limpié la superficie del substrato pero no trasplanté. Las lluvias y el calor habían empezado a pudrir la cabellera de raíces que se forma en la base, y si uno no tiene cuidado, el romero se muere. A los primeros síntomas realicé un transplante de emergencia, pero las raíces que alimentaban a las dos ramas más bajas ya habían muerto, y poco a poco ambas ramas fueron perdiendo fuerza hasta terminar muriendo. Se necesitaba un cambio, así que a rediseñarlo.
 
 
Cambio de frente, transformación en jines y redireccionamiento de los mismos con alambre y esta es su nueva imagen. Como dicen muchos, "menos es mas".
 
 
En la copa tan redondeada que tenía había que hacer selección de ramas, y tras la misma:
 
 
He editado para añadir dos imágenes más cercanas, con dos posibles variaciones en el ángulo de plantado. El grafismo litetario que se quiere hacer ver con el movimiento del tronco me gusta más en la primera imagen, pero hay un tramo recto que no es apropiado, así que el proximo ángulo de plantado se aproximará más al de la segunda imagen.
 

 
El tercer romero que os muestro lo adquirí hace un año, pero es de esos romeros que se van sin motivo aparente, ningún problema en colmatación de raíces, nada especial, salvo el cambio de aires, pero el romero se fue. Era una auténtica maravilla cuando me lo trajeron a casa:
 
 
Tras cortar las ramas secas, inicié el proceso de transformación en tanuki. Siempre tengo esquejes de romero y le comencé a adaptar uno:
 
 
Para insertar el esqueje, partí la vena viva para realizar un canal:
 
 
Unos retoques con el escalpelo:
 
 
Y con la ayuda de una fresa de rueda, confección del canal:
 
 
Una gubia de bola ayuda a darle concavidad al canal:
 
 
Lo realicé justo por donde discurría la antigua vena viva:
 
 
Al principio queda enorme el canal, pero dejando crecer libremente el esqueje este va engordando rápidamente:
 
 
Unos alambres de aluminio me ayudan a mantener el esqueje en su sitio y a ir llevándolo a lo largo de toda la acanaladura:
 
 
Para ajustar bien el esqueje y que no se despegue, unos alfileres clavados en mitad del esqueje y que penetren un poco en la madera, a los que después descabezo y corto a ras, vienen al pelo:
 
 
 En las zonas donde no se ha ajustado bien sigo manteniendo unos alambres durante un poco más de tiempo:
 
 
 Y poco a poco el esqueje va engordando y adhiriéndose a la madera muerta:
 
 
 La parte más difícil de este tanuki estaba en realizar la última curva, pero con el brote tierno no hay ningún problema. Más alambres y problema solucionado:
 
 

He ido dejando muchas ramas para ir engordando el esqueje, y aún le quedan algunas, pero también las voy pinzando y modelando, nunca sabe uno como evolucionará el diseño y hay que dejarse opciones. La idea es volver a la primera fotografía de la serie, construyendo la copa con la punta del esqueje. Ya os mostraré el romero renacido dentro de otro añito, pero de momento va fenomenal:
 
 
Y eso es todo, muchos nos veremos en Alcobendas, y para el resto, un saludo.
 
Juan Antonio Pérez.

jueves, 11 de octubre de 2012

El nuevo olmo negrillo de Jose Carlos

Hola amigos.
 
Disculpad el ligero abandono, pero a veces el trabajo de profe tiene sus momentos de máxima actividad y el comienzo de curso es uno de ellos.
 
Esta es la historia de un pequeño Olmo negrillo recuperado y posteriormente regalado por mi buen amigo Rosendo Martínez. Cuando llegó a mis manos llevaba poco tiempo recuperado, pero ya comenzaba a brotar como es característico de esta especie, mucho por la base. Sin embargo presentaba un brote largo que me iba a permitir darle un primer diseño:
 



 Tenía muchas ramas secas que no eran aprovechables y procedí a una poda y reducción de las mismas, dejando un pequeño muñón en la apical para facilitar el cicatrizado. Eliminé los brotes basales y dejé solo uno que me permitía formar la primera rama, mientras que el brote largo lo emplearía para construir la copa:
 No había mucho más trabajo que hacer de momento, un poco de alambre y nada más.
 Como era época apropiada, aproveché para ponerlo en mi substrato preferido y colocarlo en una maceta que tenía disponible para devolverle el tiesto portuense antiguo a su propietario, que le tenía mucho cariño. Estábamos a principios de septiembre de 2009.
 Justo un año después, los sucesivos trabajos de pinzado y defoliado, que en esta especie me gusta hacer casi en demasía, permitieron que la copa se fuese cerrando.
 Una poda ligera, un defoliado total para poder trabajar mejor y un poco de alambre y las ramas comenzaban a formarse:
 Y llegamos a este año. Como siempre, a principios de septiembre, y aprovechando una reunión de la asociación Menesteo, aproveché para volver a desfoliarlo y comenzar a darle un nuevo modelado:
 Y tras esa reunión y un poco más de trabajo en casa para terminarlo, me decidí a trasplantarlo a una macera más adecuada y a presentarlo en sociedad en el tokonoma que me confeccionó este artesano de la madera que tengo por amigo. Un boceto de kakemono y una pequeña higuera minimame me ayudaron a que luciera mejor.
En la siguiente reunión de la asociación José Carlos Castro, otro amigo de la asociación Menesteo, me hizo una oferta que no pude rechazar y como era un regalo de Rosendo, aproveché para reinvertir en comprarle una mesita fenomenal y parte del tokonoma. Al final, todo queda entre amigos y seguro que Jose Carlos y Rosendo estarán de acuerdo en que ha sido una buena transacción.
 
Que lo disfrutes, José Carlos.
 
Un abrazo.
 
Juan Antonio Pérez.

Anuncios