martes, 30 de julio de 2013

Thuja de semilla IV

Hola amigos.
Otra corta entrada de mis trabajos con Thujas desde semilla.
En esta ocasión la etiquetada con el número 4.
En la primera imagen la podéis ver tras la poda del segundo año (julio de 2011). Ya se habían fijado las curvas con el primer alambrado tras el trasplante desde el semillero, y se hizo una sustitución del ápice.


En enero de 2012 comencé a realizar el shari. Aproveché la eliminación de una rama baja para continuar eliminando corteza desde ese punto. La continuación del ápice se fijó con alambre de cobre.

Un buen crecimiento en septiembre de 2012 hacía necesario un nuevo alambrado y una poda de las puntas de las ramas para retrasar la fuerza de la rama y que emitiera nuevos brotes traseros.

Tras el modelado. El labio del shari se estaba cerrando correctamente.


Y llegamos a julio de 2013. Un buen crecimiento la preparaba para el nuevo trabajo. Un nuevo alambrado y una ampliación del shari era lo previsto.


Y terminado el trabajo, de nuevo al estante para seguir con su cultivo. Va evolucionando muy bien, desde luego.


Y hasta la próxima, un saludo.
Juan Antonio Pérez.

domingo, 21 de julio de 2013

Thujas de semilla III

Hola amigos,

vamos con la segunda entrada, en esta ocasión la Thuja numerada 3, un caso más extremo de reducción de ramas de sacrificio y de centrarnos en la formación de un tronco con conicidad.

La primera foto que tengo de ella es del 8 de enero de 2012. Se nota el frío en el color de las hojas. Ahora están paradas y se puede manipular sin peligro de que seque ramas, aunque es una especie muy fuerte y no suele hacerlo. A esta le había dado un poco de movimiento el año anterior, así como una poda del brote principal. Ahora tocaba empezar a dar forma a las ramas con un modelado inicial.

Un poco de alambre de cobre y a dejarla que siga evolucionando:


 En septiembre de 2012, quitados los alambres había que comenzar a formar shari, así que con un escalpelo afilado, y tirando con suavidad, la corteza se desprende con facilidad. Es conveniente delimitar un poco para no pasarnos, pero no es nada complicado.










































Otro poco de alambre y a seguir con el cultivo. Se aprecia cierto engrosamiento antiestético en la parte superior, pero en esta fase de formación no debe preocuparnos, ya que tiene solución, como vereis.


Para diciembre el labio de cicatrización había empezado a formarse, y la Thuja comenzaba a dar señales de pararse por los tono marrones que comenzaban a aparecer en el follaje.


Y llegamos a julio de 2013. Este tercer año las Thujas crecen muy bien y hay que podarlas a fondo.

Como lo importante es ir formando un tronco interesante y había defectos arriba, nada mejor que una poda fuerte y una sustitución del ápice con una rama secundaria de la rama de la izquierda, el resto se eliminaron dejando solamente un par de muñones. Un poquito de alambre de cobre pero sin hacer torsiones fuertes ayudan a llevar el nuevo ápice a su sitio.

Y de momento eso es todo. Ahora a que se recupere durante un año antes de seguir trabajando el shari, que de momento no se ha terminado para asegurar la cicatrización. Si todo va bien lo retocaremos mas adelante.



Y eso es todo por hoy, seguiremos con esta serie más adelante.

Un saludo.

Juan Antonio Pérez.

miércoles, 17 de julio de 2013

Thujas de semilla I

Hola amigos.

En las próximas entradas os quiero mostrar el trabajo que estoy haciendo con unas Thujas partiendo desde semilla.

No son trabajos llamativos, pero para los principiantes, sobre todo para muchos de los alumnos que han pasado por mis clases del instituto, son trabajos que les pueden seguir metiendo el gusanillo del bonsái en el cuerpo. Precisamente ellos, por su juventud, pueden ver muy buenas obras cuando pasen 20 años y recordar las semillas con las que empezaron.

Y como no, también para los aficionados que no pensamos en los años que tienen que pasar hasta verlos concluidos y nos centramos en el día a día, en los trabajos monótonos de mantenimiento, en la ilusión de obtener algo bonito partiendo desde cero.

En esta primer fotografía aparece precisamente en primer plano una Thuja, detrás tengo otras semillas diferentes. En mis estantes, además de buenos ullastres, también tengo plantones, esquejes, etc... que me sirven de entretenimiento cuando no hay otros trabajos que hacer.


Pasado un año desde la plantación comienzo a darles forma con un poco de alambre. Lo primero en lo que debemos centrarnos es en ir formando un tronco con carácter y movimiento. El resto de las ramas nos pueden ayudar a dar forma y que parezcan atractivos durante el proceso, pero muchas de ellas serán eliminadas cuando cumplan su función de ir engordando el tronco. Esta primera imagen os muestra como realicé una poda de sustitución del ápice y di algo de movimiento con alambre de aluminio. Era julio de 2011.
 En enero de 2012 volví a podar y a alambrar un poco. Esta vez utilicé alambre de cobre. Poco a poco la imagen parecía más un pequeño bonsái. Las Thujas son plantas muy fuertes. Me familiaricé con ellas a partir de un esqueje que adapté a un tronco muerto y que seguro que conocéis de entradas anteriores. Podemos podarlas a fondo, dejando muy poco verde. Al poco tiempo vuelven a brotar con fuerza por todos lados. Les gusta mucho el agua y el abono, y densifican pronto.
 En septiembre de 2012 las ramas seguían creciendo y había que empezar a envejecer el tronco con los sharis. Si queréis que el shari tenga movimiento antes hay que retorcer el tronco. Al ir arrancando tiras de corteza ésta se desprenderá siguiendo las curvas que dimos al tronco. Si no retorcimos el tronco el shari será recto, como en el caso que nos ocupa.
 Una vez realizado el shari, estrecho al principio, y que iremos agrandando año tras año, volvemos a colocar las ramas y a podarlas ligeramente.
 En diciembre se aprecia que se ha formado labio en las heridas realizadas, y si nos descuidamos, terminará por cerrar el shari abierto, así que hay que ir retocando.
 Y llegamos a este mes de julio. Poco a poco la planta va creciendo. La trasplanté a comienzos de primavera a una maceta de cultivo del 3,5, algo mayor que la anterior, y volvía a estar muy frondosa, así que tocaba podar y alambrar.
 Una poda fuerte y otro poco de alambre nos ayudan a devolver la silueta a nuestra Thuja. Ahora a seguir cultivando para el próximo trabajo. Se ha eliminado el exceso de tierra que se colocó tras el trasplante y se ha vuelto a descubrir el nebari. No olvidéis que el nacimiento de las raíces debe ir trabajándose también para que esté en armonía con el resto del bonsái.


Y de momento nada más. Ya os seguiré mostrando su evolución y la de otras 5 que aún me quedan de las que planté hace 3 años.

Un saludo.

Juan Antonio Pérez.

Acabo de darme cuenta que solo tengo una entrada del desadaptado del tanuki de Thuja. Para los que no puedan esperar a una próxima entrada, os muestro su estado hace un año y hace un mes:


lunes, 8 de julio de 2013

Olivo dominguero parte 2

 Hola de nuevo, amigos.

¡ENTRADA 200!

Es todo un acontecimiento. Cuando miro hacia atrás y veo todo lo que he compartido, los ratos que se tira uno detrás del teclado para compartir con vosotros mis experiencias con los bonsáis, no me viene otro sentimiento que el de gratitud. Gratitud, si, porque hay que estar agradecido a los lectores, muchos anónimos, pero otros que quieren expresar lo que les ha parecido cada entrada o preguntarme dudas sobre algo en particular, pero al fin y al cabo, lectores que se entretienen un rato leyendo lo que yo escribo, y sin vosotros, amigos, no tendría sentido esta experiencia.
 
GRACIAS A TODOS.
 
Y vamos con la entrada 200. Esta entrada quiere poner de manifiesto que cualquier material puede servir para distraernos y pulir nuestra técnica.
 
En un principio, a esta enorme rama seca que acompañaba por la derecha al olivo de la entrada anterior, el destino le tenía preparado un ardiente final como leña para la barbacoa. Pero al extraerlo de la maceta comprobé que un pequeño resto de corteza había empezado a brotar, y como me gusta darle oportunidades a todo el material que tengo, me puse manos a la obra a intentar sacarle el máximo partido.
 
Era tan humilde el trozo informe que, raro en mi, no le hice ni una mísera fotografía. Pero me armé de la parte-troncos y las tenazas de jin y empecé a ir sacando textura y puntos de interés del material que tenía delante. Poco a poco fueron apareciendo formas interesantes, y  hasta me gustó tanto el resultado final que lo planté en una maceta en cascada que tenía libre.
 
Un par de meses después de este primer trabajo, el pequeño brote ya había empezado a alargar, y como la maceta me lo pedía, lo alambré y lo mandé hacia los pies de la misma. El trozo de corteza unido al tronco tenía algo del craquelado original del olivo, y lo coloqué mirando hacia el frente. Ahora solo quedaba cultivar y cultivar. Era el 29 de octubre de 2011.


 Aquí tenéis algunas vistas del trabajo de madera, tras aplicarle polisulfuro:
 






Durante estos 19 meses no he parado de abonarlo bien y tenerlo a pleno sol, y como es natural, el olivo ha ido creciendo. Lo he sometido a varios desfoliados y alambrados para ir dando forma a las ramas que iban apareciendo de este primer brote, y este mes de julio le tocaba un nuevo retoque. Aquí tenéis el antes y el después del trabajo:

 
 
He eliminado parte de la cepa que estaba formando en el punto de salida de la única rama, he eliminado los chupones, he desfoliado parcialmente y he vuelto a poner un poco de alambre para seguir con la formación de la copa. Y he aquí el resultado final:
 
 
A veces del material más humilde se puede sacar también algo interesante.
 
Un saludo y gracias de nuevo, amigos, por vuestro interés.
 
Juan Antonio Pérez.

domingo, 7 de julio de 2013

Olivo Dominguero parte 1


Hola amigos.

Hoy toca mostraros el trabajo con un material mas modesto. Se trata de un olivo regalo de mi amigo chipionero Domingo. Mis amigos domingueros, como yo les llamo, ya que cada quince días nos juntamos para trabajar nuestros bonsáis en casa de nuestro amigo común Fernando Veas. Este pequeño olivo me lo regaló en junio de 2010. En agosto de ese año los separé y comencé a trabajarlos individualmente. Este era el aspecto de la parte 1, antes de trabajarle la madera:


Utilizando únicamente herramientas manuales y dejando la dremel para el cepillado, tras una sesión de trabajo lucía así:


El trabajo por la parte trasera:

Un poco de alambre para empezar a modelar las ramas existentes y a dejarlo crecer.



Por los laterales puede apreciarse también que levanté ligeramente el árbol, y que algunas ramas muy delgadas se dejaron sin alambrar.


Un pequeño cambio en el ángulo de plantado y un cambio de maceta era el siguiente trabajo a realizar:







 
En éstas últimas imágenes podéis ver algunos detalles del trabajo de la madera. Dejarla envejecer y aplicar polisulfuro de cal para proteger y cepillados dos veces al año. A veces un pequeño tornillo es un muy buen anclaje para sujetar el alambre. Pequeños truquitos muy útiles.

Este pasado mes de abril le llegó el momento de plantarlo en una kurama baja de María José González. Creo que de momento le va bien este tipo de maceta, por lo menos a mi me gusta el conjunto. Ahora queda ir cerrando la copa por arriba y envolver la madera muerta con las puntas anteriores de las ramas y el ápice:








Y llegamos a este mes de julio. Una eliminación de hojas traseras y despuntado de brotes para ir aumentando la ramificación. Eso sí, continuar con el abonado para que esté fuerte.
 
 
 
 
Y eso es todo, mañana la segunda parte de este olivo y mi entrada 200 en este blog, ya van siendo algunas, je, je. Espero que os sean de ayuda.
 
Un saludo.

Juan Antonio Pérez.

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