sábado, 6 de abril de 2013

El tirabuzón, evolución de un romero palaui en 3 años y medio

 Hola amigos.

Hoy toca hacer un repaso a la evolución de uno de los primeros romeros que adquirí. Me lo proporcionó Erasmo García en octubre de 2009, y casi al poco tiempo de tenerlo ya estaba dándole vueltas para diseñarlo, ¡yo soy así!.

Los Romeros palaui yamadori tienen muchas veces la vegetación muy alejada del tronco, y el principal reto, a mi entender, es acercar la ramificación a donde uno quiere, y lo mas importante, conseguir colocar las ramas existentes en el lugar más apropiado, lo que es difícil, ya que son muy quebradizas. Armado de paciencia, y de alambre de cobre, más fino y resistente que el de aluminio, me puse manos a la obra y fui acercando la ramas al tronco.

 
Tuvo que pasar un año antes de poder continuar con el modelado. Aprovechando que tenía que trasplantarlo, lo coloqué en la posición elegida, no es el frente que más me gustaba, ya que dejaba de verse el tirabuzón de leña seca que presentaba, pero era el más apropiado a mi entender para modelar un bonsái "creíble". Una vez en su maceta nueva, me dediqué a elaborar un diseño de futuro, que si comparáis con el resultado final, se aproxima bastante a lo conseguido.
 
 
Para conseguir aumentar la ramificación tengo que realizar continuos pinzados, eliminar las flores cuando aparecen, e ir colocando la ramificación verde en su lugar antes de que lignifique, de lo contrario las ramas alargan y alargan y no logramos nuestro propósito.

 Pensé en levantarlo un poco para mostrar mejor la madera y la vena viva, que ya iba engordando, y traer el futuro ápice al centro del nebari. A veces en su modelado parece que retrocedemos, como en la siguiente imagen, pero es necesario eliminar las hojas interiores y dejarlo peladito para que la luz entre bien en el interior de las ramas y sigan apareciendo nuevos brotes. En mayo de 2011:

 
 Además, cuando las ramas están despejadas de hojas podemos colocar bien el alambre e ir distribuyendo bien las subramas que serán el soporte de las masas de verde. Elegiremos las ramas más adecuadas y podaremos las mal situadas. Si tenemos que podar, sería preferible que existieran brotes activos creciendo en la zona de corte, así aseguramos que no se retire savia y pueda secarse la rama. De todas formas, he probado a cortar las puntas de las ramas sin que existan esos brotes y la mayoría generan ramitas nuevas, pero hay que ser conservador. Para ir formando el ápice, dejamos crecer varios brotes y los bajamos con alambre, en este caso tensores, ya que las ramas eran aún muy tiernas.
 






 

El proceso de pinzado no hay que descuidarlo, y conforme van alargando los brotes, vamos pinzando. Hemos de aprovechar toda la etapa de crecimiento vegetativo para densificar al máximo.
 
 En esta imagen tomada por mi presi de asociación, me tenéis posando con el Tirabuzón y una Arenaria en plena floración (que pareado más bonito):
 Tras el trabajo de pinzado, así estaba en julio de 2012. Las ramas bajas están muy avanzadas, pero la copa y la parte trasera superior tenían que ir densificando más.
 Y llegamos a este mes de abril. Había estado buscando largo tiempo una macera esmaltada para el trasplante de este año. Quiero utilizar este romero en una composición y pensaba añadir una nota de color que resaltase en dicho mueble. La encontré en la tienda web Bonsaisuport, de los hermanos Vives. Una maceta de Tokoname en color "amarillo emperador", que pensé que le encajaría bien. En estas imágenes os muestro como en un año se llena totalmente el fondo de la maceta de una compacta maraña de raicillas que pueden llegar a matar a nuestro romero si no efectuamos el transplante anual. Se puede llegar a reducir bastante el cepellón, pero ya no conviene realizar un transplante a raíz desnuda. También es importante limpiar la parte superficial del substrato y mostrar el nebari, con ello le damos más carácter al bonsái.


 Y sobre todo, debemos fijar bien el romero a la macera con alambre. Los movimientos del árbol por el viento pueden dañar las nuevas raíces que irán apareciendo rápidamente. Terminado el transplante había que reducir la copa de anchura. No quería que se alejara demasiado del tronco y en la imagen de la izquierda podéis ver que las ramas tenían mucho vuelo. Así que con unos alambres finos de cobre bajé las primeras ramas e hice una fotografía para valorar el conjunto. Aún me quedaba trabajo.

 Y tras una nueva tarde entretenido eliminando algunas zonas del interior de las ramas principales, colocar los tensores en lugares poco visibles, limpiar la vena viva y aplicarle un poco de aceite, y limpiar la madera muerta y aplicarle polisulfuro, terminé de preparar al romero Tirabuzón para la foto finish:
 Para la ocasión me acerqué a casa de mi amigo Rosendo Martínez para recoger la última de las mesas que me ha fabricado. Está elaborada con una madera exótica especial que al lijarla deja un serrín muy amarillo. No se el nombre de la madera, pero con un barniz transparente queda genial en el tokonoma que me hizo para el pasado concurso de Alcobendas.




Os ongo esta dos imágenes del romero en el tokonoma para que comparéis el antes y el después de la apertura de nuevos espacios entre las ramas. La imagen pequeña os ayudará a ver la mejoría del contraste de la vena viva y la madera muerta tras el arreglo.

 Para terminar la composición he elegido esta planta crasa que estaba en plena floración, con las espigas dirigidas a la izquierda. También hay plantada en la maceta de María José González un Sedum multiceps. La planta crasa aún no la he clasificado, pero por el tipo de flor podría ser de la familia de la Haworthia.Ya os lo aclararé cuando me aclare yo.



 



Y bueno. Mi idea original era que formara parte de una composición en el mueble expositor que me hizo Rosendo hace ya tiempo. Aún no tengo terminado de decidir que árboles irán en la misma, así que de momento os lo presento en compañía de un Olmo negrillo, una Margarita del Teide, un Sedum rubrotinctum y la composición que aparece en el tokonoma.
 



 Y las imagenes anteriores son para no perder la costumbre de mostraros todos los ángulos de mis creaciones. ¡Aquí no hay trampa ni cartón! Je, je.


 Para despedirme, una imagen en grande de la planta de acompañamiento. Espero que os guste:

Un saludo.

Juan Antonio Pérez.

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