miércoles, 21 de mayo de 2014

La demo de la V exposición de la Asociación Menesteo. El "Chochín", modelado de un ullastre.

Hola amigos.
 
Vamos con la última entrega de las actividades desarrolladas en la V exposición anual de nuestra asociación Menesteo.
 
Para el sábado por la tarde habíamos pensado en hacer una demostración, algo que dejamos de lado el año anterior, pero que siempre atrae más público a las exposiciones.
 
 
Cuando estuve en casa de nuestro socio  recientemente incorporado Juan Galvín y vi este ejemplar un poco dejado de lado, ya que no le gustaba mucho, le propuse trabajarlo conjuntamente durante la exposición anual y a él le pareció bien. Era un ejemplar interesante y a la vez difícil de diseñar, pasemos a analizarlo, tal y como hice junto a la amiga Amparo Expósito.
 

Los puntos positivos que se aprecian en este ejemplar son la madera muerta natural, la corteza craquelada de la zona superior, y el nudo retorcido de la parte superior.

Los puntos negativos, la estrechez de la base, el abultamiento de la parte superior, con conicidad invertida, y que todas las ramas salen casi del mismo punto.


Por otra parte, la salud del ejemplar es estupenda, ya que Juan Galvín lo había dejado crecer libremente para enraizarlo bien, y aunque le había comenzado a dirigir algunas ramas con alambre, no se había sometido a grandes torsiones que pusieran en peligro las ramas al modelarlo en la demostración.
 

Sin duda esta parte es la que más me llamaba la atención. La estudié con detenimiento para intentar descubrir que partes podrían estar vivas y que partes serían interesantes de trabajar para mejorar el aspecto general del ullastre. Se intuían zonas huecas y podridas en el interior, y para mí, el resto más importante consistiría en sacarle el máximo partido a esta zona. Lo estudié con detenimiento para planificar las operaciones a efectuar y mas o menos tenía claro que hacer. Esto es como todo, si la suerte te acompaña el resultado podría ser espectacular, pero en caso contrario, se perdería irremediablemente un punto de interés. Decidí por tanto aplicar aquí las herramientas manuales, nada de máquinas.
 
Y llegó la hora de la demostración. El amigo y dueño del árbol, Juan Galvín, se dedicó a desfoliar por completo el ullastre, y yo cogí mi parte-troncos, regalo de mi buen amigo Erasmo, que la tenía entrenada antes de pasármela a mí. Una herramienta con muchos ullastres trabajados a sus espaldas. Le tengo un cariño especial por eso.
 


Perdonad por las fotos, algunas desenfocadas, pero les agradezco a los amigos Miguel Ferrer y Nacho, de la asociación, que me las pasaran, pues así puedo documentar bien el trabajo.
 

Con pequeños bocados de las tenazas fui descortezando e intentando eliminar las partes poco interesantes, quedándome con la de mayor interés. Como dije antes, hay que tener suerte, y la eliminación de la parte de madera muerta del resto de una antigua rama salió sin mucho esfuerzo, limpiamente, mostrando una cavidad interna muy interesante. Toda la madera del interior estaba muy deteriorada, y con ayuda de una gubia la fui sacando. Cada vez ganaba más y el resultado estaba quedando bien, luego lo veréis.
 

Poco a poco llegaban más visitantes y paramos un poco para explicar que enfoque le iba a dar al trabajo, así como las razones expuestas antes y que nos ayudarían a mejorar el árbol.


No os comenté antes que para mejorar el movimiento y determinar el mejor frente, decidimos inclinar un poco el ángulo de plantado. Con ayuda de una maceta lo colocamos en su posición aproximada para facilitar el diseño de la copa.
 
 
En el defoliado tuvimos ayuda, je, je. Dos amigos:
 

Este es el resultado, desde el frente, del trabajo realizado hasta el momento:

 Y de la enorme cavidad que se nos mostró al eliminar los restos de la rama seca. Existía también un feo abultamiento en la zona de vena viva, que se rebajó bastante, dando textura al ir desgajando. Es la zona de la izquierda de la imagen inferior:
 
Aquí precisamente estoy trabajando esa zona, bajo la atenta mirada del propietario:
 
Dos imágenes más para mostrar el trabajo realizado en esta zona. Ya no era tan cabezona!
 


Y pasé ahora a intentar disminuir visualmente la conicidad invertida. Tuve que reducir algo la vena viva, pero logré menguar esta zona casi 5 cm. Al ir trabajando con las tenazas iban apareciendo huecos interiores, y poco a poco este área dejaba de ser pesada, por lo menos visualmente.
 
 

 
A veces es peligroso hacer palanca con las tenazas, como a mi me gusta, para desgajar la madera, menos peligroso si es tierna, pero hay que hacerlo con cuidado. En uno de los movimientos comprobé que se movía toda la zona viva desde donde salían las ramas, así que no forcé más la situación. Fuerza bajo control!

En algunas zonas de la madera existían pequeñas ventanas, que dándoles unos golpes con las tenazas a modo de martillo y pellizcando, aumenté de tamaño, todo con la intención de aligerar visualmente la pesada imagen de dichas zonas. Quedó muy natural.


 
 Algunas imágenes más que muestran el trabajo en equipo que se realizó. Otros socios colaboraron activamente (Juan y Sergio en esta foto).
 




Terminado el trabajo fuerte con tenazas, pasamos a refinar con ayuda de dremel y fresas triangulares, luego un poco de cepillo metálico y a dejar que envejezca la madera. El tiempo y los sucesivos cepillados la irán mejorando y adquirirá un aspecto más natural. El amigo Juan se esmeró con el cepillado, aunque le quedan horas de pulido, je, je.
 



En estas dos imágenes comprobaréis que hay que practicar con ambas manos con la dremel, hay zonas que así lo requieren:
 


 Me gustó mucho el trabajo de la madera, disfruté, sobre todo viendo como iba mejorando el ejemplar con cada intervención:


Bien, terminado el trabajo de la madera, ahora había que pensar en el modelado de las ramas. Una poda de aproximación, selección de ramas secundarias y terciarias y a colocar alambre. En este caso, un trabajo poco laborioso, por suerte teníamos pocas ramas, y el público no se aburrió mucho en esta fase.
 
El día anterior, sobre foto, eliminé todas las ramas e hice dos dibujos a mano de lo que se podría hacer con las ramas. Había dos opciones, llevar el movimiento de las ramas hacia la derecha, más tradicional, o hacerlo hacia la izquierda, más atrevido, pero que a mí me gustó más, sobre todo, pensando en el ten-jin superior y su situación.
 


Como teníamos pocas ramas, que además salían todas del mismo punto, no había más remedio que redistribuirlas desde atrás hacia ambos lados, mostrándolas por el frente. Es un recurso que el amigo Erasmo utiliza mucho, y que yo apliqué al diseño del ullastre Menesteo, que os mostré en este mismo blog, así que me puse manos a la obra. Lo primero ella llevar la rama principal hacia la izquierda, por lo que la alambré con aluminio grueso y con ayuda de tensores, fijé la base de la misma a la madera muerta, para lograr una curvatura mayor. Siempre comprobando que no se agrietara, claro. Una operación delicada que realizamos conjuntamente los dos juanes.
 



 El resto era más fácil, colocar alambre a todas las ramas e ir posicionándolas adecuadamente:




Y un cigarro, desconectar un poco, y colocar al ullastre con un fondo apropiado para fotografiarlo:

Una vista de la parte trasera:


Detalle de la cabeza, bien aligerada tras el trabajo:


Ventanas en el hueco de la madera muerta, aligeran bastante y no parece tan pesada la zona. A la derecha, en la curva interior, zona de madera eliminada, como dije antes, casi 5 cm menos.

Desde esta perspectiva, se aprecia también en dicha zona, una oquedad que ayuda a aligerar visualmente la zona, a pesar de ser aún muy pesada.

Hueco indicado desde una vista más lateral:


Me gusta desde todos los ángulos, je, je. Aquí se aprecia el característico craquelado de la especie:


Aún quedan trabajos pendientes. Uno de ellos es aligerar la cola del Chochín. Se eliminó un poco de las zonas menos atractivas del mismo, pero hay que pensarse con calma como mejorar esta magnífica madera muerta natural. Os podréis hacer una idea con la siguiente imagen, en la que José Antonio tapaba con un trapo determinadas zonas de menor interés. Eso se hará en un próximo trabajo.
 

El nombre se lo puse por dos motivos, uno no lo puedo decir en público, je, je. El otro es porque me recuerda con ese ten-jin  y la cabeza tan pesada al característico aspecto de este pequeño paseriforme, el CHOCHÍN (Troglodytes troglodytes):

 
Algunas fotos de detalle del trabajo:


 Y de los demostradores, con un antes y después:

Y lo mejor de todo, lo bien que lo pasamos durante la exposición....

Y en la barbacoa de cierre de la cita anual...
 




Con súper paella de escándalo cocinada por nuestro master chef, José Manuel Ginés:
 
 Los agraciados con los sorteos, también muy felices!!


Y eso es todo, os esperamos el año próximo a los que faltasteis este.

Un saludo,

Juan Antonio Pérez

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