lunes, 22 de junio de 2015

Siete por uno. Remodelado de un ficus benjamina y aprovechamiento de ramas de poda.

Hola amigos.

Ya liberado de exámenes y otros menesteres, y con más tiempo libre, comienza el tiempo veraniego en el que me pongo al día de deberes con mis bonsáis.

El trabajo que os presento hoy es una reforma drástica que le he realizado a un ficus que lleva conmigo la friolera de 20 años, El ejemplar se lo requisé a mi mujer, que lo tenía de planta decorativa en el interior de casa. Por aquella época solo le pude hacer una poda de selección de ramas y tras revisar la única foto que tengo de por aquellos tiempos, era "un palo".

Le he ido haciendo muchos trabajos de formación, desde darle curvas al tronco hasta ir formando unas buenas ramas, pero conforme avanzaba el tiempo no terminaba de convencerme y las ramas habían adquirido un grosor desmesurado.

Se hacía necesario aplicar la sierra.


El año pasado lucía así antes del defoliado veraniego:


Ya sin hojas. Muy débil la rama inferior derecha en comparación con el resto de la copa, y no tenía mucho atractivo, que digamos.

Y este año me he decidido a quedarme con la parte baja únicamente. Con la rama derecha he reconstruido la copa, y he aprovechado para cambiarle el ángulo de plantado y para ponerlo en una maceta de cultivo del número 6 para fortalecerlo.



Y como resultado de la drástica poda, tenía un montón de material con algunas partes interesantes. Me sigue doliendo tirar material, así que me puse manos a la obra y seleccioné algunas ramas para hacer estacas. Los ficus tienen la ventaja de enraizar muy bien por gruesas que sean las ramas que se utilicen, así que a entretenerse.

Al haber cortado a ras las ramas, la base presenta un ensanchamiento interesante. En un primer momento la parte baja del tronco estará enterrada, pero poco a poco, cuando enraíce, la iremos descubriendo.

Una de las ramas utilizada. Muchos años de formación!:


Un defoliado total y algunas fuertes torsiones, incluso desgajando la base, para ir posicionando las ramas disponibles. No serán las definitivas, pero ayudarán a enraizar la estaca.


Con la zona continuación del tronco hice dos estacas más, una primera con las dos ramas bajas, utilizando una como rama en cascada y la otra para construir el futuro ápice:


Resultado tras el plantado. Recordar que de momento la parte baja está muy enterrada. Tuve que ajustar el corte de la parte izquierda para mejorar el futuro nebari. En este caso he dejado una hoja y la yema terminal en cada brote. Suelo hacer probaturas de este tipo para comparar técnicas de enraizado. En cada especie funciona más o menos una determinada técnica.


La parte superior la utilizaría para hacer un pequeño shohin, aprovechando de momento la mayor parte de las ramas, únicamente eliminé algunas frontales. En este caso he realizado el defoliado total.




Disponer de este tipo de material es muy bueno para la creatividad. Yo busco en primer lugar un movimiento de tronco interesante. A veces solo hay que eliminar un par de ramas para que la imagen del futuro bonsái cambie:



Defoliado total y a ver como enraíza:


Ya quedaban las ramas menos gruesas, pero aprovechables. Un par de ejemplos más:



Y el último, pero el más suertudo. No me quedaban macetas de entrenamiento y utilicé esta de Ito Karou:

Y eso es todo.  Ahora sombra y agua hasta que empiecen a crecer los brotes nuevos en un ambiente húmedo, y después poco a poco solecito.

Espero que os resulte de interés.

Un saludo.

Juan Antonio Pérez.

3 comentarios:

Manuel Porras dijo...

Como nos encanta jugar con los ficus! Y que agradecidos son a todos los trabajos!

Enhorabuena por el trabajo!

Un saludo!

Anónimo dijo...

Entonces, ¿qué hay de cierto en eso de que los benjaminas no soportan tan bien como el resto de ficus los defoliados o quedarse sin verde en general?

Carthago dijo...

Pues que yo sepa, nada!


Gracias Manolo!

Siempre entreteniéndonos con algo!.

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