lunes, 29 de febrero de 2016

El Perrito. Segundo modelado.

Hola amigos.

Hoy os pongo la evolución de otro pequeñin de acebuche. Precisamente el hermano del Surquito. Aquí lo tenéis al lado uno del otro hace un año. 

Esa colita levantada hizo que el amigo Juan Galvín le pusiera "El Perrito", y le he dejado ese nombre.


A diferencia del Surquito, este ullastre enraizó sin problemas a la primera, y me llegó a casa en septiembre de 2015:




Eran pocas las intervenciones a realizarle, una de ellas, maquillar el corte del ápice original:


Se le hizo un ligero alambrado, desfoliando por completo, aunque no exageré demasiado las curvas, pero en la cabeza tenía pendiente darle un apretón más adelante. El resultado del primer modelado:



A finales de noviembre había crecido muy bien. Un otoño suave y un buen régimen de abonado son los culpables.



Un retoque a las ramas y un desfoliado parcial, dejando las hojas terminales pero quitando la yema del final.



Tras una parada de un par de semanas por las bajas temperaturas de nuevo comienza a rebrotar, y como la finalidad es aumentar el número de ramas secundarias y terciarias, vuelvo a desfoliar por tercera vez en menos de un año.


Elimino el alambre que se estaba clavando y vuelvo a alambrar por completo, dando ese apretón que estaba pendiente. Ahora también dispongo de una rama bien posicionada y fuerte para continuar el ápice.


Poco a poco el número de ramas aumenta y se van distribuyendo por todo el perimetro de la copa:


Para forzar la curva de la rama principal he utilizado un tensor de alambre. 

Y aquí tenéis al Perrito tras su segundo modelado:






Ahora a que brote con los calores de marzo. Un buen régimen de abonado para seguir forzando la máquina de su modelado.

Un saludo.

Juan Antonio Pérez.

sábado, 27 de febrero de 2016

Primer modelado y trasplante de "El Abuelo"

Hola amigos.

Hoy otra nueva adquisición que ha comenzado su camino como bonsái.

Realmente es una pieza que impresiona por su vejez, de ahí el nombre que le he puesto, "El abuelo".

Cuando lo vi en fotografía por primera vez no pensaba que pudiera tener tanto potencial, y es que se veía poca corteza, eso si, muy vieja, mucha madera, y casi nada de verde. Sin embargo, cuando llegó a casa y me fijé en los detalles comprobé que se trataba de todo un centenario, con líquenes en la madera muerta, con un craquelado natural inimitable de haber estado expuesta a la intemperie mucho tiempo, y además, con un corcho muy grueso y abotonado.

Mejor que palabras son las imágenes y aquí lo tenéis antes de trabajarlo:











Lo primero que hice fue sufrir eliminando con mucho cuidado los botones sueltos que aún permanecían en las zonas donde la vena viva había secado. Es una verdadera pena, pero no hay más remedio. Eso me permitió comprobar que la vena viva tenía un movimiento muy agradable y me iba haciendo una idea de como diseñarlo.

El segundo paso fue reducir y afinar un poco el ten jin, demasiado grueso y con algo de corteza, pero sin ningún brote. Eliminé madera joven de la parte de atrás y algo de la madera vieja, afinando el jin terminal. Las herramientas manuales y luego algo de dremel con gubia triangular y cepillo metálico.




En la zona media había una cicatriz a medio pudrir de una antigua rama y profundicé en ella un poco con la herramienta eléctrica. Poca cosa. 


Para parar la podredumbre de la madera muerta apliqué polisulfuro diluido al 50%.

Ya estaba listo para ver como andaba de raíces y para trasplantarlo a una maceta de cerámica de andar por casa, pero bien anclado a ella. Eliminé casi todas las hojas, salvo las dos de la punta, quité brotes terminales y algunas ramas que no servían, puse un poco de alambre y coloqué lo poquito que había pensando en el diseño final.

Así quedó:






Un buen árbol este abuelo, gracias Vicente!

Un saludo, Juan Antonio Pérez.

jueves, 25 de febrero de 2016

El "Surquito". Primer modelado y trasplante.

Hola amigos.

Hoy os presento un pequeño acebuche que se ha tirado un año enraizando y que por fin tengo en casa.

Me recordó al premiado Surco de Erasmo García, pero en un tamaño shohin. Ese es el motivo de llamarlo "Surquito".

Ahora tiene una altura de 22 cm contando la maceta y en el futuro no creo que sobrepase los 25.

Aquí lo tenéis en compañía de otros dos, a la derecha. El de la izquierda ya os lo presenté.


En cuanto me llegan los árboles comienzo a pensar en su modelado inicial, y este no sería diferente. Liberado de las tareas del instituto y de puente del día de Andalucía he podido dedicarme a pensar en su formación como futuro bonsái.

Lo más llamativo de este ullastre es el shari del futuro frente y la corteza craquelada que hablan de su edad. Había que aplicar un poco de polisulfuro y retocar el tocón de la parte superior.


Un feo abultamiento terminal es fácil de solucionar con la parte-troncos. El modelado de las dos únicas ramas tampoco era muy complicado. Había que marcar con una rama el movimiento del árbol y con la otra construir el ápice.

Es un ullastre al que le costó enraizar y se paró un poco, pero finalmente ha formado bien estas dos ramas. Quería sacarlo del tiesto de enraizamiento para ver la parte de tronco oculta y anclarlo bien a la maceta, así pude comprobar que el estado de las raíces era muy bueno.


Un poco de afinamiento sin máquina de la parte terminal, un poco de pasta en el labio de la vena viva y un poco de alambre:



Esta es la parte derecha del árbol, y la situación de las dos ramas disponibles:


Y como se ha solucionado el problema de no tener ápice y de que salieran casi del mismo punto las dos ramas disponibles:


Desde el lateral izquierdo se aprecia como la rama que marca el movimiento primero sale hacia atrás y luego regresa hacia la parte frontal. La rama con la que se ha construido el ápice se ha torsionado y adelantado, bajando la punta de la misma para formar otra rama, dejando los brotes bien situados en la parte exterior de las curvas y dejando un brote como continuación del ápice:


Por la espalda podemos ver bien la vieja corteza y lo sinuoso del tronco. pequeño pero muy dinámico:

En el modelado he exagerado un poco las curvas, pero es que luego se pierde parte de este movimiento al engordar las ramas. 


El frente lo tenía claro desde que lo vi por primera vez. Tal vez rectificar el ángulo de plantado y marcar mas el movimiento hacia la derecha es lo único podría mejorarlo. Para poder anclarlo bien, como este tipo de árboles no presentan raíces fuertes, le he puesto tres tornillos y en ellos se han fijado tres alambres. Ha quedado muy bien anclado y he podido inclinarlo más, a su posición casi definitiva, sin verse los anclajes, claro.




 Y este es su estado actual. Yo ya lo veo siendo uno de los mejores shohines de mi colección. Por suerte dispongo ahora de buenas macetas y estos árboles tan viejos se las merecen. Disfruto bien del conjunto y controlo mejor el crecimiento. Para este árbol he utilizado una maceta de Reihou, el Sr. Katsushi Kataoka, del horno Seizan:




Un saludo,

Juan Antonio Pérez.




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