Esta entrada trata sobre mi experiencia con las Thujas, una especie muy agradecida a la que me acerqué por primera vez a través de un ejemplar comprado en un vivero, allá por el año 2000.
Tenía un tronco de ciprés de un vecino que lo arrancó del jardín y opté por limpiarlo y aprovecharlo para engañar a la vista adaptándole ese arbolito. Era uno de mis primeros tanukis y ahora lo haría de forma totalmente distinta, pero de los errores es de donde más se aprende. Clavé el tronco del plantón con tornillos al tronco muerto y dejé unas cuantas ramas para situarlas dando una apariencia de árbol viejo. A los dos años, a base de pinzados, densifiqué mucho las ramas, como podéis ver en estas primeras fotografías:
En primavera del 2003 lo transplanté a un tiesto plano ovalado, para obligar a las raíces a crecer alrededor del tronco, y en noviembre aproveché para bajar un poco las ramas y dar carácter haciendo sharis en el tronco. Esta especie es increible, responde muy bien a las podas fuertes, y brota de manera explosiva tras esta operación. Se la puede dejar casi sin ramas, aunque yo siempre dejo un poco por donde quiero que siga brotando. Yo la pinzo continuamente durante toda la época de crecimiento y en otoño, cuando para, le hago un aclarado, para prepararla para la primavera.
Dos años después, en mayo de 2005, podé y transformé en jin la rama de la izquierda, que salía paralela a la principal, y que hasta ahora había ayudado a engordar el tronco. La fuerza de las ramas las vuelve a levantar, así que tuve que volvér a alambrarlas para bajarlas en varias ocasiones, e iba sustituyendo las puntas de las ramas para que fuesen ganando en conicidad.
A pesar del tiesto plano, resistió el accidente de riego, secó algunas ramitas, pero al llegar al Puerto estaba otra vez muy fuerte. Si la riegas mucho y la abonas en abundancia crece que da gusto, pero si se la dejas que se le seque la tierra bastante, no se resiente mucho. Es toda una superviviente.
En esta fotografía de febrero de 2007 podéis ver como había evolucionado en esos dos años y como con ayuda de tensores volví a bajar las ramas y a intentar definir pisos de vegetación en las pocas ramas de las que se disponía:
Dos años después, en mayo de 2005, podé y transformé en jin la rama de la izquierda, que salía paralela a la principal, y que hasta ahora había ayudado a engordar el tronco. La fuerza de las ramas las vuelve a levantar, así que tuve que volvér a alambrarlas para bajarlas en varias ocasiones, e iba sustituyendo las puntas de las ramas para que fuesen ganando en conicidad.
A pesar del tiesto plano, resistió el accidente de riego, secó algunas ramitas, pero al llegar al Puerto estaba otra vez muy fuerte. Si la riegas mucho y la abonas en abundancia crece que da gusto, pero si se la dejas que se le seque la tierra bastante, no se resiente mucho. Es toda una superviviente.
En esta fotografía de febrero de 2007 podéis ver como había evolucionado en esos dos años y como con ayuda de tensores volví a bajar las ramas y a intentar definir pisos de vegetación en las pocas ramas de las que se disponía:
Algunos detalles de los sharis y del desgajado de las ramas para facilitar su bajada:
La base del plantón y como se iba pegando al tronco muerto. Hice sharis como pude por detrás del tronco para que el labio se pegara a la madera:
La rama apical con el shari:
Y en esta imagen podéis ver con que fuerza se recupera de esas operaciones tan drásticas, cinco meses después de la poda, y con continuos pinzados de los brotes para que densifiquen las ramas:
En noviembre de 2007, otro trabajo de aclarado y a bajar un poco las ramas de nuevo, ¡que cabezonas son, queriendo siempre subir!. La rama de la izquierda se acortó un poco y se planteó un ligero cambio en el ángulo de plantado, para dejar la copa más asimétrica:
Un detalle de la rama principal:
y de como iba abriendo sharis en las mismas:
El desgajado de otra rama, para dividirla en dos:
Y en marzo de 2008 le realicé un transplante para cambiarle la posición al nuevo diseño, en esta ocasión no fuí tan drástico con la poda, ya que las masas estaban bien establecidas, el árbol iba madurando:
Llegó septiembre, y finalmente opté por eliminar también la rama que salía a la izquierda, y que en un primer momento era una rama trasera:
y así la dejé tras un rato de pinzado con tijeras, la rama trasera la mostré un poco, como podéis apreciar:
Y llegamos a febrero de este año. No le tocaba, pero recoloqué la Thuja en este tiesto, que me quedó vacante, y que le va mas a este estilo de tronco erecto.
Como siempre digo, es mejor probar con ejemplares poco valiosos las técnicas, y cuando se dominan, plantearse abordar trabajos de más embergadura.
Es una especie que recomiendo para acercarse a las técnicas que podemos aplicar a otras coníferas de hoja escamosa, y que responde con mucho vigor, no siendo muy exigente en su cultivo.
Espero que os guste.
Un saludo.
Juan Antonio.