Hola amigos.
Últimamente me cuesta ponerme a preparar entradas para el blog, y no es por falta de material que publicar, pero a veces me pasa. Supongo que poco a poco retomaré de nuevo la senda.
Hoy quiero subir una entrada sobre algunos de los tomillos recuperados este año y que ya van tomando carácter. Algunos de ellos han sufrido grandes transformaciones en un solo año, otros sin embargo van mas lentos.
Las dos primeras imágenes permite que os hagáis una idea de los tamaños que tienen. Estos que he trabajado hoy van desde un porte mediano a tamaño mame.
2018_1 Un tomillo de tamaño mediano en el que se han ido eliminando algunas ramas desde el principio para crear madera muerta, y otras las ha eliminado el solo, sin contarme por qué. El resultado es una cascada muy dramática. Ahora estoy recolocando algunos jines con ayuda de tensores y aumentando la densidad de la única masa de verde que le ha quedado, y que más adelante dividiré en nubes más pequeñas.
2018_5 es uno de mis preferidos de este año. Desde que me quedé con esta imagen que os muestro tras sacarlo del campo y eliminar partes que no me gustaban, la idea era crear un estilo literati con venas vivas que subieran a lo largo del tronco, serpenteando como lo hacen las venas vivas de las sabinas. En broma yo me refiero a veces a estos tomillos como "Tomillos sabina", aunque ya sabéis si sois seguidores de mi blog, que la especie con la que yo trabajo es Thymus capitatus.
A veces hay que hacer una maniobra de ingeniería para meter las raíces en la maceta de cultivo.
2018_4 es un típico azotado por el viento, donde ya la planta sin intervenciones me mostraba el camino a seguir. Yo me he limitado a mejorar la estructura de las ramas. De momento va muy bien.
2018_3 sí que ha cambiado un poco desde su recuperación, y tengo pensado que siga cambiando más, pero es él quien me marcará el camino a seguir. Separar venas para dar más conicidad, tensores para modificar la posición de algunas ramas y a ver como responde.
2018_21 Es de los restos que elimino de otros tomillos y que no tiro. En un principio no tienes claro que hacer, pero cuando separas venas vivas y metes tensores van surgiendo ideas. Ahora está en una etapa intermedia donde he separado aún más las dos venas vivas y les estoy dando grandes torsiones. A ver que resulta.
2018_6 Es de los tomillos que uno piensa que no van a prosperar, suele ocurrir, pero que al final retoman el buen camino y comienzan a enraizar con fuerza. La madera muerta que aparece tras morir una parte del tomillo se convierte en punto de interés y da carácter al futuro bonsái.
2018_10 es de los que yo llamo tomillos filigrana, y que plantean grandes retos, ya que aunque presentan maderas muertas y venas vivas muy retorcidas, muy atractivas, sin embargo el verde está muy alejado en ramas muy delgadas y que pueden quebrarse con facilidad al manipularlas. Por eso mismo prefiero jugármela desde el comienzo, y meto alambre y modelo las ramas para dar caracter al tomillo y acercar el verde a la madera de la base.
Cuando ves que van prosprerando y que han superado con éxito esta intervención tan traumática, es cuando aprecias la bravura de ésta especie. No me digáis que no es atractiva la manera de girar la vena viva conforme va subiendo y como abraza a la leña seca.
2018_22 es un pequeñín que está evolucionando muy bien. No quiero precipitarme con él y le estoy dejando ramas de mas, que claramente sobran, pero de momento el objetivo es que se establezca bien.
2018_23 es otro mame, con un giro en el tronco muy interesante. Estos tomillos de tamaño mame son ideales para utilizarlos como plantas de acompañamiento de especies mediterráneas. Tengo que solucionar el estrechamiento visual del tronco en la base.
2018_24 no tiene fotografía inicial, pues es de esas ramas que desecho de tomillos mayores y que al final enraizan. Con ellos me atrevo a realizar grandes torsiones, y con el paso del tiempo de un palo de material de partida surgen cosas más interesantes.
2018_7, el "Tomillo filigrana" es el claro ejemplo de una evolución espectacular en menos de un año, y de como la imagen de una planta mejora notablemente cuando le ponemos una maceta de calidad y la presentamos bien. Es un tomillo donde las torsiones han ido hasta el límite, rompiendo en determinadas zonas la madera muerta para poder torsionar la vena viva, con un corazón más flexible. Cuando la vena viva va engrosando la posición se fija y la rotura no se nota, se ve natural.
Un saludo.
Juan Antonio Pérez.