Hola amigos.
Como suelen decir, "Cuando el diablo no sabe que hacer ... mata moscas con el rabo".
Este sábado, en clase, con ayuda de mi alumno Sergio, he realizado la transformación que llevaba tiempo queriendo hacerle a esta encina centenaria, reducir su altura y dejarle únicamente la rama principal encima del nebari.
Sé que es una operación muy drástica, y que la encina estaba pletórica, muy fuerte y con unas brotaciones fenomenales, pero era muy grande...... demasiado. Además, al retirar la savia de toda una zona importante del tronco, resultado de la poda fuerte en su recuperación, el tronco con madera muerta no encajaba con esa copa tan grande y sana. Éste es el frente que tenía hasta ahora, con el trabajo de la madera muerte visible pero con un nebari que no terminaba de gustarme:
Y esta es la idea de reducción de copa. Unos 50 cm menos de altura final del bonsái.
El nuevo frente elegido antes del trabajo:
Y con la zona a eliminar tapada. Desde este frente el nebari me gusta mucho más y se aprecia más vena craquelada viva.
Mi idea era eliminar del tirón toda la zona sobrante, pero me dejé convencer por Sergio de intentar acodar el ápice. Los años de crecimiento y trabajos se ven reflejados en una de las ramas que se eliminó:
Al cambiar el frente había que modificar también la posición de algunas ramas que se venían directamente hacia el observador, así que desfolié parcialmente, dejando dos hojas al final de cada rama, y procedí a un completo alambrado y posicionado de ramas. He intentado hacer varios pisos de vegetación con las ramas disponibles, intentando que a todas ellas les llegue la máxima cantidad de sol. También he levantado con un tensor el nuevo ápice. Hemos retrocedido un poco, pero pronto la copa se irá cerrando de nuevo. La parte trasera terminada:
El lateral izquierdo:
El lateral derecho:
Las transformaciones de la copa, con el movimiento de las ramas secundarias que a partir de ahora serían la primera rama y la rama de contrapeso, ya alambradas y colocadas.
Con el alambrado total he podido formar algunos pisos en la zona de la derecha y subdividir la gran rama trasera en varias masas:
A vista de gusano se aprecia bien que no es una rama de un año, je , je.
Y una imagen total de la encina terminado el remodelado de la copa. Ahora limpieza de maceta, acodo aéreo al antiguo ápice y a cultivar para que tome fuerza y gane volumen la nueva copa.
El antes y después del modelado de la única rama que se ha dejado. Tras el trabajo presenta un aspecto menos voluminoso, pero a eso se llega poco a poco, construyendo bien desde el principio las ramas, que es lo que se ha realizado ahora.
Esta entrada se la quiero dedicar al primer alumno de la escuela CARTHAGO, D. Sergio Puerta Aragón, que más que alumno es un buen amigo.
Un abrazo, Sergio.
Saludos al resto.
Juan Antonio Pérez González.