Hola amigos,
de nuevo con vosotros para mostraros el estado actual de la Madreselva que ya conocéis de entradas anteriores, regalo de mi amigo Rosendo, y al que otro amigo, Mario, le ha dado nombre: "El arcángel bicéfalo". Las entradas anteriores las podéis consultar picando en la etiqueta "Madreselva".
Si os habéis dado cuenta, los dos troncos que crecían muy apretaditos terminaron separándose. A ello contribuyó el que la madera interior se fuese pudriendo, lo que me permitió separar en dos desde la base este padre e hijo. El saneamiento de la madera deparó muchas sorpresas, como termitas aún viviendo en el tronco y una familia de iulidos, milpiés para los amigos.
En la fase final de este último trabajo colaboraron mis alumnos del proyecto integrado "La botánica aplicada al cultivo del bonsái" del IES Pedro Muñoz Seca, y sirvió para que practicaran con el alambrado. No lo hicieron nada mal, aunque tuve que estar muy encima de ellos para que fueran cuidadosos con las yemas que estaban comenzando a abrir. El modelado final fue cosa mía, y como siempre me pasa con este ejemplar, nunca me decido con el frente. Este es el que más me gusta, pero la plantación tras el trasplante es la de la fotografía inferior, así que hasta el próximo trasplante tendrá que crecer revirado. No hay problema.
Todo fue a causa de quererle cambiar el frente por la espalda. Se trata de otro de esos bonsáis que se diseñan pensando en la ambivalencia. El que había elegido se aproxima mucho a esta imagen inferior, pero finalmente volví a quedarme con el frente original, y ese es el problema.
Aunque hay muchos más, todos con las correcciones oportunas de las ramas. Estos dos son otro ejemplo. ¡Tendría que haber comprado una maceta sin muescas!. Je, je. Por cierto, la compré a través de la página Bonsaisuport, que gestiona Ferran Vives, junto con una maceta original de su hermano, Carles. Buen servicio, rápido y eficaz.
Y ahora, al ver la serie de fotografías que le hice al árbol, ¡también me gusta este frente por el tachiagari!. Es que no tengo remedio.
Algunos detalles del mismo. Podréis apreciar los dos truquillos a los que tuve que recurrir, pero os tenéis que fijar vosotros, yo no digo nada más.
El alambrado de mis alumnos no está nada mal:
Un saludo.
Juan Antonio Pérez.