Hola amigos.
Gracias en primer lugar por seguir el blog a pesar de haber pasado casi un mes desde la última entrada, pero es que una mudanza es una mudanza, y colocar todo en su sitio se lleva su tiempo.
Lo último en trasladarse fueron los árboles, y un par de ellos los tuvimos que llevar a mano, con carretilla. Suerte que la casa nueva está a solo 200 metros de la anterior, donde estábamos de alquiler, que si no, tendría que haber alquilado una furgoneta para el traslado.
Nos reímos un rato mi hijo y yo.
Ya en su nueva casa, descansa en espera de que le monte su peana de madera de viguetas de tren y piedra pizarrosa. Podéis ver como van quedando los estantes, de momento un poco apretados los árboles, en espera de encontrar su sitio. Tras el duro trabajo de casi un mes, la familia nos lo tomamos con calma este fin de semana e inauguramos la barbacoa y la piscina. Ha sido un fin de semana de relax que nos hacía falta.