Hola amigos,
disculpad el lapso en subir entradas, pero a veces hay que tomarse un descanso.
Voy a empezar, sin prisas, a subiros algunos trabajos que se realizaron en el taller que tuvimos con Kevin Wilson en la Expoventa organizada por mi amigo José Manuel Salmerón durante el fin de semana del 10-11 de abril de este año.
Antes de nada, quiero agradecer desde aquí el enorme esfuerzo organizativo que ha desplegado José Manuel Salmerón, una institución del bonsái gaditano, para organizar un evento de las características de este. Además de acercarnos muchos árboles de la empresa Mistral bonsái, a precios variados, muchos muy asequibles, y de permitirnos a algunos aficionados poder ofrecer algunos de nuestros árboles a los visitantes del evento, lo que más le agradecemos ha sido el poner a nuestra disposición la maestría del gran tipo que es Kevin Wilson. Preparó un taller que se alargó desde las 10 de la mañana del sábado hasta pasadas las 10 de la noche, y del que os ofreceré mi visión personal, y para el domingo preparó una demostración que sorprendió a todos los asistentes con un olivo que muchos desecharíamos por feo, pero precisamente por eso fue elegido por este mago de la madera para realizar su demostración.
He leído en algunos foros críticas a este evento, pero los que no han estado metidos en los entresijos de la organización de un evento como este desconocen los sacrificios que hay que hacer y el riesgo que se corre, sobre todo a nivel económico, para hacer frente a un acontecimiento de este calibre. José Manuel Salmerón es un profesional de la venta del bonsái, pero en este caso se ha comportado como un mecenas que ha acercado al aficionado una figura de primer orden, costeándolo de su bolsillo. Por otra parte, gran parte de los aficionados gaditanos han pasado por su casa, donde siempre han recibido buenos consejos o material a precios muy competitivos, y más que nada, su labor divulgativa con los escolares de nuestra provincia es digna de mérito, ya que todos los cursos escolares, miles de pequeños se aproximan por primera vez a este arte guiados por sus palabras y sus regalos. Gracias José Manuel.
Centrándonos en el trabajo que os muestro hoy, primero indicaros que se trata de un ullastre mallorquín que adquirió mi amigo Luis a mi otro buen amigo Puersbonsái, y que por lo feo del corte superior que tenía le salió a muy buen precio. Como el bien dice, es un honor que uno de sus perejiles pase por las manos de un maestro como Kevin.
Aquí os presento al ullastre en cuestión, junto a su sonriente propietario y el también sonriente Kevin. Realmente el buen humor es una de sus señas de identidad, hemos pasado un muy buen fin de semana en su compañía.
Tras un primer análisis y la charla correspondiente con el propietario, traducida de manera totalmente desinteresada por Raimon, que actuó todo el fin de semana de intérprete, simplemente por la amistad que le une de antiguo a José Manuel, Kevin se puso a agrandar el sabamiki que presentaba de forma natural el ullastre.
Además de aprender como hace el trabajo de la madera,
Kevin nos
dio unas cuantas lecciones de que tipo de
complementos (fresas, lijas, cepillos y
complementos varios) utiliza para cada fase del trabajo. Algunas de estas herramientas se las ha
confeccionado el mismo, otras son por todos conocidas, fresas que compra en Inglaterra (
Kaizen bonsái:
http://www.kaizenbonsai.com/shop/index.php?cPath=23_60) y de precios más asequibles que las samurai.
Poco a poco el trabajo en la parte baja del tronco tomaba forma:

Y esta es la fea cicatriz de la parte superior del tronco que había que arreglar. Previamente al trabajo de la madera,
Kevin pidió a Luis que eliminara toda la
ramificación salvo dos ramas, con las que se haría el diseño de la copa.

Una vista del detalle del trabajo realizado uniendo dos zonas huecas y dando algún detalle a zonas lisas:

Tras el trabajo en basto con la fresa
terrier, el trabajo fino con la
dremel.
Kevin nos dijo que había que centrarse en una zona determinada y aplicar todos los trabajos, para posteriormente pasar a la siguiente y así lo hizo:

Tras finalizar con la zona inferior, pasó a la parte superior. Primero eliminó parte de la corteza para adelgazar visualmente el ápice, y posteriormente
fue eliminando madera abriendo un hueco interior que sirvió de guía para adelgazar la madera y crear huecos. El proceso lo podéis seguir en la siguiente secuencia de imágenes:

Una vez ahuecado en basto el interior, pasó a dar forma a la zona exterior, agrandando huecos y dando relieve en diferentes zonas:

Un nuevo retoque interior. Aquí hay que trabajar con delicadeza, de la que
Kevin tiene buenas dosis, pues de lo contrario estropearíamos el trabajo previo. Hay que ser enérgico pero delicado a la vez y sujetar la herramienta con fuerza y ambas manos para que el trabajo sea preciso.
Kevin usa una
makita sin control de velocidad:

A continuación pasó a trabajar el lateral derecho, abriendo nuevos huecos que conectaban con el hueco interior:

Las virutas saltaban por todos lados, es
increible como muerde este
terrier.

El corte ya no se parece en nada al punto de partida, pero el trabajo aún no ha terminado:

En esta imagen se aprecia la típica pinta que presenta
Kevin cuando trabaja la madera, y el hueco creado en la zona derecha:

La fase en basto ha terminado, ahora toca el trabajo en detalle con las herramientas más finas.
Kevin usa un tipo de broca de madera de una sola vuelta y punta redondeada y acanalada a modo de
lápiz que le ayuda a sacar detalles, y una especie de fresa triangular para realizar acanaladuras que imiten las naturales de la madera de los olivos:

Siempre con un comentario jocoso y que rompe la tensión del trabajo. A veces hay que parar para valorar el trabajo realizado y analizar que zonas mejorar con el trabajo fino.

Y este es el resultado del trabajo. Queda por pulir, cepillar, y dar algunos detalles. El soplete no viene mal para eliminar las astillas antes de cepillar:

De eso se encargó
Raimon, que en esta imagen comprueba el hueco creado por
Kevin:

Y eso es todo. A ver si mi amigo Luis me pasa una imagen completa del
ullastre, tras aplicarle el
polisulfuro, para que podáis ver el trabajo en conjunto, y una imagen del diseño que amablemente le realizó.
Espero que os guste esta entrada, yo disfruté como un enano viendo todo el proceso en directo.
Un saludo.
Juan Antonio.