martes, 6 de febrero de 2018

Trasplante y alambrado del Volcán de Felix

Hola amigos.

Hace tiempo que no subía nada al blog, y para retomar el hilo he elegido un árbol con el que llevo trabajando desde enero de 2009.

Se trata de un trozo de pata de olivo de mi finca de Felix, en Almería. "El olivar" se llama, y quería tener un olivo de mi tierra trabajado como bonsái. 

Del fragmento mas grande ya os he hablado en más de una ocasión, ahora lo llamo "Aurora", anteriormente "Presumío":


Del trabajo inicial del Volcán os hable en esta entrada: 


Los últimos trabajos de alambrado en ambos os los mostré aquí:



Hoy toca ya ponerle una maceta de calidad al Volcán, eso me motiva más al trabajarlo, y he elegido una del maestro ceramista japonés Matsushita Reiji (Reihou). 

Repasemos un poco el camino de este bonsái desde que empezó como un trozo de cepa de olivo:


Tras plantarlo en una caja de frutas y comenzando a eliminar madera podrida y restos de tierra de campo que quedaba entre la madera:


Primera brotación:


Accidente que rompió la maceta en la que estaba plantado y que quebró el ápice que se llevaba formando en marzo de 2013:


Reconstruyendo el ápice y modificando madera muerta en enero de 2015:


Seis meses después:


Y llegamos a enero de este 2018. En estas imágenes ya había empezado a defoliarlo por completo. Lo suelo hacer para alambrar y trasplantar, y me va bien. Cosas del buen clima que tenemos en Cádiz.





Meterlo en esta maceta de 50 centímetros de ancho no me resultó fácil. Un poco de retoque en la madera muerta de la izquierda, dejando que sobresalga por encima del borde, me permitió encajarlo. Tiene bastante tierra de cultivo para seguir formado la copa, y ya lo puedo coger sin hacerme daño en la espalda, que es importante. 

Totalmente defoliado, y tras realizar una poda de ramas mal colocadas, estaba listo para alambrarlo por completo:


Antes de acometer el trabajo de modelado de la copa, repasé un poco la madera muerta. Pocas intervenciones, solo limpieza y aplicación de polisulfuro de cal para conservarla. Ya va teniendo una buena textura y no se nota nada del trabajo con gubias que se ha realizado en varias etapas.




Y en terminar el trabajo empleé un par de tardes poniendo alambres y algún tensor para colocar todas las ramitas en posición. 

Me gusta que la ramificación de mis olivos esté bien ordenada, y para llegar a ello hay que hacer muchos trabajos repetitivos de poda, defoliado, alambrado y modelado y ver el avance de los años en el diseño que uno imaginaba al principio. Modificaciones del diseño inicial nos permiten ir ajustando la imagen virtual a la real, que es la importante, y madurar junto con el árbol. 

¡Éste olivo lleva 9 años madurando conmigo!.







Ahora a seguir con el cultivo para terminar de formar la copa. Tal vez se necesiten otros 9 años, pero espero que el árbol madure como lo haré yo, y disfrutemos del camino, del Bonsái Do.


Un saludo.

Juan Antonio Pérez.

2 comentarios:

Manuel Porras dijo...

Todavía me acuerdo del día de lluvia que elegimos para ir a por estos olivos!

Me encanta ver el progreso de este material!

Un abrazo

Carthago dijo...

Si, nos mojamos un poquito! Poco a poco se van formando, no tan rápido como los acebuches, pero también se consiguen cosas interesantes. Gracias Manolo!

Anuncios