Hola amigos.
Hoy toca presentaros un árbol con el que llevo peleando desde marzo de 2016, un Cerezo de Santa Lucía, Prunus mahalev de origen granaino.
Cuando me lo mandaron venía en una caja de madera que le venía muy justa. Me gusta ver que hay escondido bajo tierra antes de comenzar a diseñar un árbol, así que tras observarlo detenidamente para elegir el frente provisional, lo traspasé a una maceta lo suficientemente ancha para contenerlo. No se quejó mucho, pues la maceta era Seizan.
Lo que me atrajo desde el principio era la madera muerta que observáis en esta imagen inferior, con unos detalles de vejez increíbles. La madera es mi debilidad, ya me conocéis.
Era un cerezo muy masivo, y en mi cabeza comenzaba a trabajar ya la tenaza parte troncos y la gubia. Había muchos troncos que claramente no podría utilizar.
Los tocones de eliminar la copa original eran enormes, pero nada complicado de refinar.
Por la parte de atrás ya no era tan bonito. Una bola enorme que se tendría que eliminar. Hacia la izquierda se observa un tronco con más interés, con madera muerta natural, movimiento y conicidad.
Entró bien en la maceta, y de momento me limité a trasplantar, más adelante vendrían los trabajos de madera. Un buen sustrato para que no se frenara su fuerza y un buen régimen de abonado.
El frente elegido se veía algo condicionado por las dimensiones de la maceta, pero de momento el objetivo inicial era darle más anchura al árbol para que siguiera enraizando.
Éste es el punto de interés más importante del árbol, además de su magnífica corteza craquelada.
Siempre que tratas bien a un árbol, éste responde y te brinda una buena brotación. Dos meses después, en el mes de mayo:
Me decidí a comenzar con los trabajos de madera porque observé gomosis en algunas zonas, ésto muchas veces es causado por escarabajos, cuyas larvas se alimentan de la madera y provocan infecciones fúngicas por las galerías que excavan. Éstas larvas aparecieron al ir trabajando la enorme bola que se mostraba en la parte trasera, comienzo del trabajo de disimular los cortes de la antigua copa:
Con el objetivo de seguir buscando una imagen de tronco agradable, eliminé partes del mismo, todo con herramientas manuales, intentando conseguir texturas con las fibras rotas, nada de máquinas.
Algunos detalles del trabajo. Ya no está la desagradable bola en la parte trasera. Fui cuidadoso para respetar algunas raíces que había en la base y que alimentaban venas muy importantes.
De unos de los troncos originales ya solo queda la base, que de momento no eliminé.
Ya quedan menos defectos que eliminar, lo importante sigue estando en su sitio y ahora el paso siguiente es ir formando copa, las continuaciones de los dos troncos que se han dejado, pero dando movimiento en algunas zonas, para hacerlo más interesante.
Quedaron pocas ramas, que se alambraron y posicionaron, ahora a seguir fortaleciéndolo. La parte trasera ha cambiado radicalmente:
En el frente también se saneó la vena viva para favorecer la formación de callo de cicatrización, y una rama que nacía en la parte baja del ápice de la derecha, se modeló para que fuese la continuación del tronco. Todas las ramas que podían aprovecharse se alambraron y modelaron ligeramente.
Los restos que se dejaron en la parte izquierda. Son difíciles de integrar en el futuro diseño:
También se retiraron algunas porciones de madera podrida y muy estropeada de la parte interesante del shari. Se conservaron los detalles más viejos, pero se hacía necesario tratar con polisulfuro.
Apliqué una dosis muy diluida, pero fui persistente en las zonas más difíciles de acceder y que podían estar más corrompidas.
En julio de 2016 nos muestra un crecimiento importante. Se desfolia parcialmente para favorecer la aparición de nuevos brotes traseros:
Y dejamos al árbol descansar de trabajos fuertes, solo nos centramos en el cultivo y en aumentar la ramificación con los pinzados. Dos años después del trasplante inicial, a finales de febrero de 2018 se realiza la eliminación de la zona defectuosa que quedaba en la base.
Y para dejarlo listo para la nueva temporada de crecimiento que empieza a hacer despertar las yemas de este viejo cerezo "De Graná" se acomete un alambrado completo y modelado de las ramas disponibles.
La madera se trata de nuevo con polisulfuro, esta vez he preferido aplicarlo al modo tradicional, humedeciendo a fondo la madera y aplicándolo puro, sobre la madera mojada.
El lateral derecho:
Una comparativa del estado inicial y del actual, dos años más tarde:
Y del frente, dos años más tarde:
Un saludo.
Juan Antonio Pérez.
2 comentarios:
Saludos, Carthago. Feliz de que continúes publicando, te hago una pregunta a propósito de los prunus mahaleb: ¿cómo llevan el calor en tu tierra? ¿Los tienes a pleno sol en verano? Gracias
Lo tengo situado en una orientación norte, por lo que está protegido del exceso de insolación. No he tenido problemas con él de momento.
Gracias.
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