este domingo pasado volví a juntarme con mis amigos de Chipiona, ya conocéis los trabajos con las grandes estacas de olivo de Domingo, y hoy os voy a mostrar el primer diseño de un olmo de Raúl, al que había dejado crecer a lo bestia y después el modelado de un alcornoque recién adquirido por Fernando.
El Olmo parvifolia que trajo Raúl estaba pletórico de fuerza, pero la mayor parte de las ramas habían engrosado demasiado para poder modelarlas, casi resultaba imposible doblarlas con ambas manos. Estuve un buen rato mirándolo junto al propietario y al resto de los amigos dándole vueltas al posible diseño. Así estaba antes de meterle mano:
Si nos quedábamos con el ápice primitivo, el diseño no era muy atractivo, así que pensamos en aprovechar una fuerte rama lateral para reconstruir el ápice, de esta manera dábamos mucho movimiento al tronco y la conicidad que nos interesa:
Vista desde el ápice, la rama en cuestión es la que va hacia la izquierda:
Vista desde el ápice, la rama en cuestión es la que va hacia la izquierda:
Antes de alambrar, Raúl se encargó de deshacer el cepellón, y yo me dediqué a podar unas cuantas raíces que daban varias vueltas en la zona baja del tronco. Tuve que usar gubia y maza para sanear la zona, dejando un hueco que daba carácter al mismo. Tenía un montón de raíces y se eliminaron bastante para quitar el substrato, que fundamentalmente era turba. Después alambramos la rama y con bastante esfuerzo y la ayuda de un tensor, conseguimos darle movimiento en todas direcciones para definir el tronco. Antes de comenzar con el alambrado de las ramas, elegimos el nuevo tiesto, de los disponibles este era el que le gustó a Raúl:
Una vez establecido en el tiesto, un poco de alambre para dar forma a las ramas. Gran parte de las mismas se eliminará este verano, cuando los nuevos crecimientos nos permitan sustituir el ápice de las mismas, pero de momento lo dejamos así:
El alcornoque de Fernando Veas necesitaba una selección de ramas, levantar el tronco para definir el movimiento y un primer alambrado, antes de que las ramas engorden tanto que sea imposible doblarlas. Otro de nuestros amigos, que trajo un arce para podar estuvo muy atento a las operaciones que efectuamos a este alcornoque:
4 comentarios:
Bonitos trabajos, amigo Carthago, y siempre interesante y didáctica tu manera de narrarlos y tus fotografías de los mismos.
Saludos desde Asturias.
Gracias yoyo, un saludo a Tito si hablas con él.
Este sábado pasado estuve con Fernando y la verdad es que el alcornoque impresiona.
Magnífico trabajo.
Kai.
Gracias Kai, de momento solo nos hemos quedado con las guías, poco a poco verás como se transforma en un buen bonsái, tiene posibilidades.
Un saludo.
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