la historia de este enebro chino itoigawa comienza cuando lo adquiero en un comercio para adaptarlo a un gran tronco de enebro macrocarpa que encontré en las calas de cabo Roche, un esqueleto resultado de uno de los muchos incendios que asolaron este espectacular paraje gaditano.
Lo adquirí porque tenía unas ramas muy alargadas que me permitieron adaptárselas a este madero, no tenía más interés, y además, me salió muy barato.
Los restos de poda de ramas también fueron aprovechados para hacer esquejes, y el resultado del acoplamiento lo tenéis aquí. Os lo muestro para que veáis como era la base del mismo, que ha sido el tronco del bonsái que os presento. Tenía un par de curvas interesantes en la base y se adivinaba su origen como esqueje, sometido a varias torsiones para hacer interesante la base:
Eliminando la corteza viva es como comienza a verse el recorrido de las vetas de la madera, y en esta imagen podéis ver que el esqueje original había sido retorcido bastante:
Ya tenía pensado separar la base para hacer un shohin, y dejé una de las ramas bajas para formar más adelante la copa del bonsái:
Mientras tanto, las largas ramas comenzaron a trabajarse para ir mejorando el tanuki. Lo que realmente impresiona es ese tronco:
Un poquito de alambre me permitió ir doblando poco a poco esa rama, futura copa del bonsái:
En julio de 2010 separé la base del resto del tanuki, y comenzó su modelado independiente. Como siempre, aprovecho hasta la propia maceta madre para realizar esquejes de esta misma variedad. Si se hacen en la época adecuada, con Tª superiores a los 25ºC, agarran casi todos:
Con un alambrado de las ramas principales y unos cuantos tensores fui doblando esa única rama para hacer más compacto el árbol, y tener ya una idea de como sería el futuro shohín:
Redistribuí toda las ramitas para que recibieran el máximo de luz y se fuesen situando en su posición definitiva:
La parte trasera no estaba mal como frente, y estuve dudando de utilizarla por la curvatura del tronco, pero la vena zigzageante del otro lado era más interesante:
Más o menos se situaron las ramas principales y se dejó descansar:
En el mes de noviembre había densificado un poco, y llegó el momento de limpiar la madera, ampliando el shari y delimitando la vena viva:
Para poder limpiar bien la madera, eliminé la ramificación innecesaria y limpié la base de los brotes. El trabajo lo realicé con tenazas, alicates y la técnica si-diao:
Un apretón más a la rama retorcida del ápice para compactar y a resituar un poco la ramificación con ayuda de tensores, en el caso de la rama en cascada:
La vena viva se retuerce de manera espectacular, y para hacerla mas patente eliminé zonas de corteza viva que no seguían el camino marcado por la vena principal:
En la zona trasera es donde más corteza eliminé. En esta imagen se aprecia el nivel de compactación de la primitiva rama recta:
Una vista del lado derecho de la copa:
A finales de febrero opté por ubicar a este itoigawa en una maceta algo más acorde con su modelado, y elegí una de las kuramas que tengo de María José González. Ahora hay que dejarlo descansar toda una temporada de crecimiento antes de seguir definiendo la copa y las ramas en cascada, pero estoy contento con el resultado.
Y eso es todo, tras tres años conmigo este itoigawa ha prosperado, se ha transformado y me ha proporcionado mucho material para seguir entreteniéndome en los siguientes años en forma de clones obtenidos por esqueje.
Un saludo.
Juan Antonio.
4 comentarios:
Muy buen trabajo en el pequeñín, la verdad es que es muy majo. Y la maceta pues me callo, tengo varias macetas suyas por algo...
Un saludo
A mi también me gustan muchísimo las macetas de María José, tengo unas cuantas suyas.
Gracias por tu comentario.
Un saludo.
Pues realmente el "pequeñin " esta precioso.
¿Como me gustaria tener mas tiempo y poder decicarme mas a mis "lechugas" y por supuesto tener tus manos.
Por cierto yo siempre entro y escribo en todo como mariangeles
Muchas gracias de nuevo, Mariangeles.
Anda, seguro que algún ratillo puedes sacar y como sabes, hace mas el que quiere que el que puede.
Ánimo con esos árboles, seguro que los tienes bien cuidados.
Un abrazo.
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