Hola amigos.
Hoy toca actualizar la información sobre el modelado de dos de mis tejos.
El primero que os muestro es el MONAGUILLO, como lo bautizó mi amigo Juan Tito Santos. Ya os conté el cambio radical que le hice, al transformarlo de un estilo en cascada a un estilo sharimiki, de los que me gustan a mí, donde se aprecie en todo su esplendor la magnífica madera muerta de esta especie.
En abril de 2016 lucía así:
No es que crezcan mucho en mi tierra los tejos, pasa como con los ullastres en el norte. Los levantes, el excesivo sol, y que para mí no es una especie a la que esté muy acostumbrado, tienen las culpa. Pero algo sí que crecen, y al cambiarle la ubicación, el tejo lo ha agradecido, lo que ha permitido seguir avanzando en su modelado.
Un poco de alambre y distribuir la ramificación estratégicamente para que reciba bien la luz. Una buena carga de abono y al estante.
A este tejo le he dado muchas vueltas, y siempre estoy maquinando ligeros cambios, como el que os muestro. Ya iré viendo que opción me quedo.
El segundo tejo ha sido un auténtico suplicio, ya que empezó a perderse el tronco principal, retirando savia poco a poco, nada surtía efecto, y ni haciendo algunos injertos laterales pude salvarlo. Así que he tenido que volver a construirlo con el hijo, o tronco secundario, únicamente, quedándome con la base del tronco principal por lo llamativo de su madera muerta. He eliminado la madera joven y de momento, se queda en el nuevo diseño.
El tronco secundario sin embargo no ha sufrido ningún daño, y eso me ha permitido trabajarlo. Así estaba en julio de 2015:
Y este ha sido el trabajo de remodelación, con diferentes vistas que me permitan seguir pensando en su diseño definitivo:
Y de momento es todo lo que os puedo mostrar.
Un saludo.
Juan Antonio Pérez.
2 comentarios:
Como siempre unos trabajos geniales.
Un saludo
Gracias Manolo, un abrazo.
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