
Verdaderamente, el Berberis thumbergii "atropurpurea" presenta unos colores espectaculares en cualquier estación del año, pero es en otoño, cuando comienzan los fríos, el momento en el que más variedad de tonos se pueden observar.
Me fijé en esta especie mirando un catálogo de Baker, y decidí comprar unos plantones para formar un seto bajo en el jardín de mi casa de Cartagena, hace ya 13 años. El seto crecía lentamente, pero en aquella época mis dos hijos eran muy pequeños y cada vez que pasaban junto al seto se pinchaban. Finalmente, tras unos cuantos globos y manos pinchados, decidí arrancar el seto, y me quedé con uno de los plantones para modelarlo como bonsái.
No estaba muy convencido de que se pudiera sacar algo interesante. El lento crecimiento y el secar ramas sin causa aparente eran dos problemas a tener en cuenta, pero siempre me ha gustado probar con nuevas plantas, y esta no iba a ser menos.
Como el plantón no tenía un buen tronco. aproveché una madera de espino negro que encontré en el campo, con una forma interesante, para adaptarlo y simular una planta con más caracter.

Estas dos imágenes os muestran el agracejo en febrero de 2003, tras un par de estaciones de crecimiento, aunque no es que hubiera crecido mucho, que digamos.

El tanuki (injerto fénix) en esta especie de lento crecimiento es complicado, fijé la parte más gruesa del ejemplar con una puntilla y la ramificación la iba envolviendo y sujetando con alambre a la madera de espino.

No me desagradaba la imagen general del proyecto, pero el lento crecimiento casi llega a desesperarme. Para aumentar el número de ramas lo defoliaba y despuntaba las ramas, y resultaba efectivo, pero las ramas engrosaban lentamente.

En febrero de 2007 la imagen no había variado mucho:

Ese año opté por dejarlo crecer a su ritmo, sin pinzados, y llegado julio lo defolié y alambré de nuevo:

El ápice lo mantenía muy podado, potenciando la rama en cascada, y los numerosos chupones que emite este arbusto eran eliminados conforme aparecían.

Con esta operación las nuevas hojas perduran hasta diciembre. Aquí lo tenéis luciendo los colores otoñales.

Tras otros 6 meses de crecimiento, la madera de espino que estaba en el interior del substrato se estaba pudriendo, y opté por separar el poco efectivo tanuki, aprovechando la madera de espino para adaptarle un esqueje de enebro itoigawa. Así quedó el Agracejo tras su independencia:

Me dediqué a potenciar la rama en cascada, para lo que me ayudé de un tensor de cobre y degajar algo el nacimiento de la misma, con el nuevo alambrado quedó así:
Espero que os guste. Esta primavera con la nueva brotación de un color rojo vivo tiene que lucir espléndido.
Un saludo.
Juan Antonio.