viernes, 26 de marzo de 2010

Un pequeño ullastre sabamiki

Hola amigos,


después de un poco de trabajo docente, las esperadas vacaciones, que falta nos hacen, sobre todo para el descanso psicológico.


Hace poco que he recibido unos cuantos ullastres, enraizados hace un año, y sin trabajo previo. Como siempre me pasa, cuando recibo un árbol no puedo parar de darle vueltas, y pronto empiezo a meterle mano. Lo primero que siempre hago es ponerlos en mi substrato de cultivo, 50 % de akadama y 50% de arena volcánica. Este en cuestión estaba recién transplantado, pero preferí extraerlo para comprobar sus raíces y donde comenzaba el nebari. En algunos casos, puede uno encontrarse una sorpresa, como esta larva de coleóptero que come raíces y que encontré en otro de ellos, que no había sido transplantado (las manos un poquito sucias, pero es lo que tiene trabajar con ellas sin guantes, je, je):


Vamos a darle unas vueltas al ullastre en cuestión, antes de ser plantado en su tiesto de cultivo:




Como habéis podido comprobar, lo más destacable de este ejemplar es su sabamiki, y el movimiento de su primer tramo de tronco, pero por lo demás, no tiene una corteza especialmente bonita y tampoco conicidad. Esto había que solucionarlo.


Decidí plantarlo un poco inclinado, y ponerme a buscarle la vena viva, eliminando la corteza muerta, a ver que tal:

Después eliminé las ramas mal posicionadas y dirigí con alambre las cuatro que dejé, defoliandolas. De momento esto sirve solo para marcar la dirección de las mismas, ahora hay que dejar crecer libremente al ullastre para que enraice bien y las ramas engrosen, en junio se le hará otro retoque. En esta posición se ve el nacimiento de la vena viva, se muestra el sabamiki y el tronco gana en conicidad, así que de momento este es el frente, marcado con una flecha.

El resto del trabajo se realizó con ayuda de la dremel y una gubia circular, y consistió en dar algo de carácter a la parte lisa de la nueva madera expuesta, aligerando algunas zonas haciendo huecos. Después cepillo y polisulfuro de cal para detener la putrefacción de la madera, y a tomarle unas cuantas fotografías más.

Y para terminar, vamos a ponerle ramas con el adobe Photoshop CS3, a ver que tal queda:

Y eso es todo, ahora a cultivarlo bien para ponerlo fuerte y que se pueda trabajar de nuevo en verano.
Un saludo,
Juan Antonio.

2 comentarios:

Martín C. Rodríguez dijo...

Hola Juan Antonio: Por aquí decimos que gato con guantes no caza ratones y está claro que, para determinados trabajos, hace falta el contacto directo con el elemento.
Un saludo,
Martín

Carthago dijo...

Cuanta razón tienes, Martín. Y mira que lo he intentado, pero alambrar o transplantar con guantes de latex no es nada práctico. La piedra pómez y el jabón ayuda a limpiar esas manos.

Un abrazo.

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