Hola amigos,
¿que tal el verano?, supongo que habrá de todo, pero por lo menos nunca debe faltarnos un rato de relax con nuestros árboles.
Yo me he dedicado estos días a retocar algunos árboles que necesitaban refinar un poco la ramificación, preparándolos para soportar bien las nubes de hojas que poco a poco irán conteniendo. En los ullastres, como el caso que os voy a mostrar, si se dejan crecer las ramas a su aire, salen infinidad de brotes tras realizar los pinzados y defoliados, pero muchos de ellos en mala posición. Si se dejan crecer todos y no se hace una selección, las ramas pronto se enmarañan y aunque las nubes de hojas pueden quedar bonitas, en su interior hay un auténtico enredo, que puede terminar por afear las ramas, produciendo antiestéticos abultamientos allí donde se acumulan muchos de estos brotes.
He visto en muchas ocasiones árboles muy bien terminados, con buenas masas de verde, pero cuando me he acercado a ver el interior de las mismas, la maraña de ramas sin buena estructura me desagradó. Siempre me he preocupado mucho por formar una buena estructura de ramas, y a veces eso hace que mis árboles estén años y años en fase de formación, pero cuando terminas de realizar un trabajo bien hecho, la satisfacción que alcanzas es mayor.
Siempre me han dicho que densificar un acebuche es fácil, solo hay que ir recortando brotes que se salen de la silueta y pronto salen muchos nuevos que terminan de cerrar rápidamente la copa, pero para mí esto no es correcto, al igual que para los buenos aficionados a los que les gusta el trabajo bien hecho. Otros desprecian a los ullastres por esa misma facilidad de densificación, pero es que no se paran a analizar el laborioso trabajo que precisa un buen acabado.
Si enrollarme más, os pongo el enlace al primer diseño que hice con este JOROBAO, y que publiqué en septiembre de 2010:
http://carthago2009.blogspot.com/2010/09/un-primer-diseno-para-un-nuevo-ullastre.html
Después de esos trabajos, me quedaba por delimitar mejor las venas vivas y a eso me dediqué. Este ullastre tiene muchos puntos de interés, pero también muchos defectos, como os indiqué en esa entrada. Aún le sigo dando vueltas a como mejorar la imagen del frente que elegí, y una manera de hacerlo era aumentar la madera muerta que se ve desde el frente. No quiero debilitar mucho al árbol, y aunque en mente tengo otras ideas sobre la cantidad de vena viva que se puede dejar, de momento he sido muy conservador, y solo eliminé la corteza hasta encontrar zona con vida:

Ahora se ve en el centro del tronco un punto de interés mayor:

También eliminé zona de corteza por la parte trasera, para disminuir visualmente el efecto "joroba". Esta parte eliminada también era poco activa, casi estaba muerta. Un buen hilo de pasta selladora ayuda a que no se seque más:

Y vamos a pasar al trabajo de las ramas. El 7 de julio el
ullastre tenía este aspecto, con un buen montón de nuevos brotes que había que seleccionar:

Y tras un día de trabajo, el frente del
Jorobao. Aún tuve que poner algo de alambre para dirigir alguna rama, pero la mayoría de los tutores se han retirado, al haberse fijado la posición deseada. En algunas zonas se notan las marcas de crecimiento alrededor del alambre, pero desaparecerán pronto al ir engrosando la rama.


Y vamos a realizar una comparativa de diferentes vistas del
ullastre antes y después de este minucioso trabajo. Primero el lateral derecho:

La espalda:

Y el lateral izquierdo:

El trabajo con las ramas ha consistido fundamentalmente en eliminar chupones, ramas mal colocadas, eliminar el alambre,
defoliar y poner algo de alambre si era necesario. Las ramas se van formando con movimiento tanto en horizontal como en vertical, y el aspecto general debe ser como de las manos posicionadas hacia arriba, con los dedos ligeramente flexionados. A partir de ahora, la
ramificación que salga de la estructura que se ha construido se dejará crecer sin
alambrarla y se irá
pinzando a dos o cuatro brotes para ir formando las nubes de verde. Como dice
Erasmo, le llega el momento de trabajar solo con tijeras. Una vista frontal de las ramas de la derecha:

y de la izquierda:

Al ápice le queda algo más de trabajo, construyendo uno o dos pisos de pequeñas ramas para que se cierre bien esta zona:

Aunque las ramas no se dejaron engordar mucho para facilitar su modelado, poco a poco van engrosando al tener que nutrir a una buena cantidad de
ramitas. En esta imagen
podeis ver que también se saneó un poco el labio de corteza viva en la zona
apical y
alrededor de la cicatriz del corte del primitivo ápice:

Una vista
apical, poco a poco se va cerrando la copa, pero bien estructurada:

Y vamos a acercarnos un poco a algunas de las ramas, desde arriba, la rama principal y dos de las que hay justo encima de ella. En conjunto se superponen sin taparse, o eso se intenta:

Ramas traseras:

Rama de contrapeso:

Rama situada por encima de la rama principal:

Algunas de las
ramitas del ápice que aún necesitan madurar más:
Y para terminar por hoy, una serie de imágenes para que comprobéis la evolución del trabajo.
En marzo 2010, cuando llegó a mis manos:

Tras el
transplante:

Tras la selección de ramas:

Septiembre de 2010 antes del trabajo:

y tras su primer modelado:

Tras un nuevo alambrado en diciembre de 2010:

Julio de 2011 antes del trabajo:

Y tras este segundo refinado:

Creo que para llevar
trabajándolo algo mas de un año, los resultados son
satisfactorios, por lo menos para mí, y aunque le quedan unos dos o tres años para definir bien la copa, la parte mas importante del camino ya se ha recorrido. Eso sí, todo esto es posible con un cultivo nada
rácano en cuanto a abono y suplementos nutritivos.
Os seguiré mostrando su evolución.
Un saludo.
Juan Antonio.